jueves, 31 de diciembre de 2015
miércoles, 30 de diciembre de 2015
martes, 29 de diciembre de 2015
600
Y pensar que todo empezó como un juego. Como algo que nunca iba a llenarme tanto como la irónica sensación de volar. Todo comenzó un día bonito, con sol, el calor hacía que los pantalones parecieran demasiado ajustados y la camiseta muy estrecha. El pelo suelto, que te viesen guapa ¿Calor? Já. Antes muerta que sencilla. Maquillaje perfecto, naturalidad y espontaneidad en cada gesto.
Ahí estabas tú, jugando, riendo, haciendo bromas, gastandolas y recibiendolas.Y ahí estaba yo, sentada sin moverme, quieta por la respiración. Evidentemente los pitillos ajustados no eran los míos, ni tampoco el pelo suelto. A mi me iba mas las calzonas de tío, de esas anchas que te quedan grande, y la camiseta de deporte sucia de caerte, llena de sudor. Despeinada. La gomilla era poca gomilla, todo hay que decirlo.
Y sin embargo, fíjate tú como han cambiado las tornas. Yo evolucioné. Tu no. Ni ella.
Puede, y solo puede, que a día de hoy tenga que daros las gracias, por haberme hecho ser quien soy.
Ahí estabas tú, jugando, riendo, haciendo bromas, gastandolas y recibiendolas.Y ahí estaba yo, sentada sin moverme, quieta por la respiración. Evidentemente los pitillos ajustados no eran los míos, ni tampoco el pelo suelto. A mi me iba mas las calzonas de tío, de esas anchas que te quedan grande, y la camiseta de deporte sucia de caerte, llena de sudor. Despeinada. La gomilla era poca gomilla, todo hay que decirlo.
Y sin embargo, fíjate tú como han cambiado las tornas. Yo evolucioné. Tu no. Ni ella.
Puede, y solo puede, que a día de hoy tenga que daros las gracias, por haberme hecho ser quien soy.
jueves, 24 de diciembre de 2015
miércoles, 23 de diciembre de 2015
Sumérgete en ti.
La ropa, los accesorios, el pelo, el maquillaje, las corbatas, la foto, la imagen, la apariencia. Y de repente, todo es llevado a al extremo y se agota. Y entonces comienza el terror. La obsesión, el valorar solo lo que ves en el espejo, valorar a las demás personas por su físico, su ropa o su buen o mal gusto, depende de como te pille el día.
No creo que cuidarse, sentirse hermoso, sea un defecto. Al contrario, sentirse hermoso es uno de los mejores defectos del mundo, pero solo si lo haces a tiempo completo. Si cuando te levantas sientes que eres una persona hermosa, está bien, si después de trabajar horas y horas, sudar, estudiar... te ves como una persona hermosa, está bien. Si cuando vas a salir de fiesta te haces una última foto antes del desmadre y te ves como una persona hermosa, está también bien.
Porque en todos esos momentos tendrás mil apariencias diferentes, mil caras, mil formas de colocarte o llevar el pelo, pero si te ves o te sientes una persona hermosa tanto tiempo, a tiempo completo, sirve. Porque significará que estás comenzando a ver más allá de unas ojeras o de un trozo de tela. Verte como una persona hermosa significa comenzar a ver que la media naranja que buscas la tienes dentro y no se ve, eres tú.
Todas las personas tienen una parte invisible, intangible, y es eso por lo que debemos vernos hermosos. Son esas ganas de vivir, de hacer el bien, de cambiar el mundo. Quizás necesites verte bien por fuera para gustarte por dentro, no tengas miedo de cuidarte, no tengas miedo de sufrir una metamorfosis por fuera cada vez que lo necesites, sin embargo, hazte, haznos un favor y no emplees toda tu energía en algo temporal. Sumérgete en ti.
No creo que cuidarse, sentirse hermoso, sea un defecto. Al contrario, sentirse hermoso es uno de los mejores defectos del mundo, pero solo si lo haces a tiempo completo. Si cuando te levantas sientes que eres una persona hermosa, está bien, si después de trabajar horas y horas, sudar, estudiar... te ves como una persona hermosa, está bien. Si cuando vas a salir de fiesta te haces una última foto antes del desmadre y te ves como una persona hermosa, está también bien.
Porque en todos esos momentos tendrás mil apariencias diferentes, mil caras, mil formas de colocarte o llevar el pelo, pero si te ves o te sientes una persona hermosa tanto tiempo, a tiempo completo, sirve. Porque significará que estás comenzando a ver más allá de unas ojeras o de un trozo de tela. Verte como una persona hermosa significa comenzar a ver que la media naranja que buscas la tienes dentro y no se ve, eres tú.
martes, 22 de diciembre de 2015
No hay amor más grande...
de nosotros mismos. Nos gustaba echarnos la bronca, porque no lo veíamos tan horrible si lo hacían de esa forma. Hacemos un buen equipo. Nos gusta la cerveza y nos hace gracia que uno tenga que decir "hasta aquí llegue", siempre queremos más, y todas son las penúltimas. Siempre. Normalmente antes de irnos ese día ya tenemos planeado la siguiente excursión a la vida. Nos encanta.
Es que hacemos muy buen equipo. Porque podría pararme a contar que los amigos son la familia que escogemos, que quien tiene un amigo, tiene un tesoro. Pero todo eso está tan trillado. Quizás haya que imitar a los grandes clásicos. Tener amigos significa amar hasta que duela, no hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos. La daría mil veces por vosotros equipo. Os quiero.
Me niego a caer en el pesimismo mundial en el que todos nos quejamos por todo. Me niego, de nuevo, a que esta época del año no sea más que purpurina, desmadre y alcohol. Yo tambien hecho de menos a los que no están, pero no por ello la navidad es peor, o mas traumatica. No podemos dejar que nos afecte la muerte o nos estará matando en vida.
Es duro que las rencillas, peleas, muertes hagan aumentar las ausencias cada año pero piensa que eso es ley de vida, y que debes disfrutarlo, con los que estés. Piensa que algún día todos tus familiares mayores se habrán ido, no estarás solo, tendrás a los que vienen por debajo.
No puedo dejar que sigamos contaminando una época tan genial como esta.
Es duro que las rencillas, peleas, muertes hagan aumentar las ausencias cada año pero piensa que eso es ley de vida, y que debes disfrutarlo, con los que estés. Piensa que algún día todos tus familiares mayores se habrán ido, no estarás solo, tendrás a los que vienen por debajo.
No puedo dejar que sigamos contaminando una época tan genial como esta.
viernes, 18 de diciembre de 2015
A por todas.
Creo que ya está bien de creernos menos de lo que somos, de no arriesgar por no ser capaces de afrontar el posterior rechazo de los demás. Creo que es hora de arriesgarse, como quien lo hace con un corte de pelo.
Las grandes apuestas están hechas para grandes soñadores, arriesgas mucho y lo mejor de todo es que no tienes nada que perder pero toda una vida por ganar. Se acabo eso de que el miedo sea mas grande que nuestros sueños.
Ahora toca currárselo, toca trabajar en lo que creemos y para lo que creemos. Es el momento de comenzar a desempeñar aquello para lo que hemos nacido, ser felices, desarrollar nuestras capacidades y desarrollarnos como personas de acuerdo con nuestras virtudes o dones.
Tenemos una vida por delante, da igual nuestra edad, sexo o limitaciones, pero no debemos justificarnos en eso, debemos luchar ahora, porque el ahora es lo que existe. Si un agricultor no siembre en el momento propicio del año, qué frutos espera recoger en el mañana. Es el momento de sembrar, ya llegará nuestra hora de recoger, y quizás cuando ese día llegue, el fruto no sea lo más importante, porque estaremos inmersos en la hermosa tarea de seguir desarrollándonos a nosotros mismos, de seguir creciendo. Quizás cuando llegue ese momento estemos demasiado inmersos en la satisfacción de haber hecho lo que nos hace felices y ese día, solo cuando llegue ese día, miraremos hacia atrás con orgullo y diremos "Lo conseguimos, somos eternos". Porque no hay cosa mas bonita, que cumplir tu misión, la misión para la que estás en el mundo, esa misión que es de todos y consiste en aportar una vida feliz al universo, en aportar nuestro granito de arena por el mañana.
No somos eternos, el bien que hacemos en el mundo sí.
Las grandes apuestas están hechas para grandes soñadores, arriesgas mucho y lo mejor de todo es que no tienes nada que perder pero toda una vida por ganar. Se acabo eso de que el miedo sea mas grande que nuestros sueños.
Ahora toca currárselo, toca trabajar en lo que creemos y para lo que creemos. Es el momento de comenzar a desempeñar aquello para lo que hemos nacido, ser felices, desarrollar nuestras capacidades y desarrollarnos como personas de acuerdo con nuestras virtudes o dones.
Tenemos una vida por delante, da igual nuestra edad, sexo o limitaciones, pero no debemos justificarnos en eso, debemos luchar ahora, porque el ahora es lo que existe. Si un agricultor no siembre en el momento propicio del año, qué frutos espera recoger en el mañana. Es el momento de sembrar, ya llegará nuestra hora de recoger, y quizás cuando ese día llegue, el fruto no sea lo más importante, porque estaremos inmersos en la hermosa tarea de seguir desarrollándonos a nosotros mismos, de seguir creciendo. Quizás cuando llegue ese momento estemos demasiado inmersos en la satisfacción de haber hecho lo que nos hace felices y ese día, solo cuando llegue ese día, miraremos hacia atrás con orgullo y diremos "Lo conseguimos, somos eternos". Porque no hay cosa mas bonita, que cumplir tu misión, la misión para la que estás en el mundo, esa misión que es de todos y consiste en aportar una vida feliz al universo, en aportar nuestro granito de arena por el mañana.
No somos eternos, el bien que hacemos en el mundo sí.
jueves, 17 de diciembre de 2015
miércoles, 16 de diciembre de 2015
martes, 15 de diciembre de 2015
Diciembre.
Tu rumbo lo decides cuando te fuerzan a caminar después de cada caída.
Porque nadie lo ha tenido claro desde el principio, nadie ha sabido siempre qué decir o qué hacer.
Nadie ha tenido tan claro qué quería ser como después de enfrentarse a un error.
lunes, 14 de diciembre de 2015
Comenzó a reírse.
- ¿Quien ha puesto el cigarro encima de la mesa?
- ¿Perdona? - contestaron los aludidos en la barra.
- Sí, que quien ha puesto este cigarro en la mesa.- Volvió ella a la carga. Moño desecho, voz tomada. Podía oler su aliento desde mi mesa en la otra punta del bar, ginebra. Llevaba bebiendo un tiempo, con las amigas. Podías ver en sus ojos la chispa de la niña que fue.
- Nosotros no hemos sido.- contestaron dos hombres maduros de edad. El camarero, un joven que se había enlazado con ella en una discusión tensa hacía unos minutos con la misma mujer la miró escéptico.
Había otra mujer en la barra, era mayor, sus arrugas en la comisura de la boca y en los ojos derrochaban la felicidad acumulada. Era hermosa pese a su edad. Podías llegar a su corazón si mirabas detrás de sus gafas.
La escena era curiosa. La mujer volvió a preguntar-
- Bueno chicos, pues el que haya dejado el cigarrillo en la mesa que venga y se siente con nosotras.
Los hombres se miraron divertidos y después miraron a la mesa, la supuesta hermana, la amiga de su hermana y alguien mas que la mujer citó entre hipidos. Yo me reí por dentro, abrí mi paquete de nobel al que le faltaba el cigarrillo que acababa de dejar en su mesa y acepte mi invitación.
- ¿Quien ha puesto el cigarro encima de la mesa?
- ¿Perdona? - contestaron los aludidos en la barra.
- Sí, que quien ha puesto este cigarro en la mesa.- Volvió ella a la carga. Moño desecho, voz tomada. Podía oler su aliento desde mi mesa en la otra punta del bar, ginebra. Llevaba bebiendo un tiempo, con las amigas. Podías ver en sus ojos la chispa de la niña que fue.
- Nosotros no hemos sido.- contestaron dos hombres maduros de edad. El camarero, un joven que se había enlazado con ella en una discusión tensa hacía unos minutos con la misma mujer la miró escéptico.
Había otra mujer en la barra, era mayor, sus arrugas en la comisura de la boca y en los ojos derrochaban la felicidad acumulada. Era hermosa pese a su edad. Podías llegar a su corazón si mirabas detrás de sus gafas.
La escena era curiosa. La mujer volvió a preguntar-
- Bueno chicos, pues el que haya dejado el cigarrillo en la mesa que venga y se siente con nosotras.
Los hombres se miraron divertidos y después miraron a la mesa, la supuesta hermana, la amiga de su hermana y alguien mas que la mujer citó entre hipidos. Yo me reí por dentro, abrí mi paquete de nobel al que le faltaba el cigarrillo que acababa de dejar en su mesa y acepte mi invitación.
Alas.
No sé si te habrás dado cuenta ya de que quiero hacer contigo lo que hace la primavera a los cerezos, quiero darte alas. Quiero que consigas mirarte al espejo y verte a ti a través de mis ojos y que te encante. Quiero que veas la fuerza que hay en tus palabras, la alegría de tu mirada, el control que tienes sobre la situación, quiero que te veas capaz de comerte el mundo empezando por los pies. de tenerme en vilo noches enteras gimiendole a la luna. Aunque quizás ahí me haya desviado de la cuestión... tendrás que perdon
ar a la imaginación febril entre apuntes, pero brota de dentro.
Quiero que comprendas el poder y la capacidad de cambio que hay en tus manos. Quiero que escuches, tan sonoro y claro como lo hago yo cuando estoy en mi sitio, tu corazón. Quiero que quieras más, que no te conformes con las sobras, quiero que seas ambicioso y luches por lo que te mereces, que es la luna envuelta en chocolate.
Quiero que aspires a mejorar, a cambiar para mejor, aunque quizás eso algún día implique separarte de mi, me da igual, te quiero libre. Quiero hacer contigo lo que hace la primavera con los cerezos, quiero darte alas mi amor.
ar a la imaginación febril entre apuntes, pero brota de dentro.
Quiero que aspires a mejorar, a cambiar para mejor, aunque quizás eso algún día implique separarte de mi, me da igual, te quiero libre. Quiero hacer contigo lo que hace la primavera con los cerezos, quiero darte alas mi amor.
domingo, 13 de diciembre de 2015
sábado, 12 de diciembre de 2015
Como las peras a los peróxidos.
Será que me estoy haciendo mayor, será que me están enseñando a ser moñas, será todo o tú.
Lo único que sé es que cada vez me gustan menos las cervezas sin ti.
Pero es que bendita la complicidad que tenemos. El poder estar, y reír, y hablar. El sentir que estás mas cerca que nunca. Que nada ni nadie nos puede.
Será la Navidad que me pone nostálgica, y los villancicos en coros por la calle que me hacen soltar varias lagrimillas. Serán los sofocones y el no sentirme panda hasta la mitad del día.
Pero bendita la alegría que contagias, joio.
Porque últimamente estoy comenzando a aprender a valorar las cosas simples. Las cosas sencillas. El sol en tus ojos, el reflejo de tus hoyuelos en los míos... Así porque sí. Y he comenzado a darme cuenta, tambien, de que... pa´que te viá decí que no, si sí. Como en ese libro que tan engachada me tiene. El mismo que me dejas leerte.
Y sigo soñando, sigo apostando por lo que creamos todos los días. Siendo tan diferentes, siendo tan de nuestra madre y nuestro padre, pero es que más que la horrible palabra que comienza por n, te siento mi amigo, mi compañero, mi confidente, mi apoyo, y es la sensación mas hermosa que he recorrido mi piel en diecisiete inviernos.
Te quiero tanto, que cualquier día reviento.
Lo único que sé es que cada vez me gustan menos las cervezas sin ti.
Pero es que bendita la complicidad que tenemos. El poder estar, y reír, y hablar. El sentir que estás mas cerca que nunca. Que nada ni nadie nos puede.
Será la Navidad que me pone nostálgica, y los villancicos en coros por la calle que me hacen soltar varias lagrimillas. Serán los sofocones y el no sentirme panda hasta la mitad del día.
Pero bendita la alegría que contagias, joio.
Porque últimamente estoy comenzando a aprender a valorar las cosas simples. Las cosas sencillas. El sol en tus ojos, el reflejo de tus hoyuelos en los míos... Así porque sí. Y he comenzado a darme cuenta, tambien, de que... pa´que te viá decí que no, si sí. Como en ese libro que tan engachada me tiene. El mismo que me dejas leerte.
Y sigo soñando, sigo apostando por lo que creamos todos los días. Siendo tan diferentes, siendo tan de nuestra madre y nuestro padre, pero es que más que la horrible palabra que comienza por n, te siento mi amigo, mi compañero, mi confidente, mi apoyo, y es la sensación mas hermosa que he recorrido mi piel en diecisiete inviernos.
Te quiero tanto, que cualquier día reviento.
viernes, 11 de diciembre de 2015
jueves, 10 de diciembre de 2015
Adoro esa sensación.
Últimamente me siento hecha por y para sensaciones. No podéis imaginar el escalofrío que me recorrió cuando ayer a las tres y veinte de la tarde abrí, desde antes de Octubre, un libro. Había estado leyendo en el móvil, y en el ordenador, porque no encontraba un libro de estos, a ver como lo llamo... impuestos pero a los que eres capaz de cogerle el gustillo.
Pero ese gustazo de abrir, desde hace tanto tiempo, un libro (que para ti es nuevo) no me lo quita nadie. Acariciar las páginas y sentir lástima por las personas que dicen que no les gusta leer.
De hecho, sigo con mi romántica comparación de los que se declaran "no lectores" y de los que se declaran "no amantes".
Todo aquel que me cuenta que no le gusta amar, así como todo aquel que me cuenta que no le gusta leer... para ellos, sin animo de ofender, les diría lo mismo. No habéis encontrado el libro, o la persona, adecuada.
Me niego a pensar que hay gente que no se desvive por aprender, por leer, por conocer, por saber.
Creo también, firmemente, que con los libros va a pasar como con el tabaco. Van a prohibirlos (como ya han hecho dictadores de todo el mundo) y ese será el único momento en el que a las personas les de algo de morbo beberse las páginas.
Me quedo, para terminar, con una frase que me hizo sonreír el otro día.
"Si los libros estuviesen tan prohibidos como la droga, quizás la gente, por el morbo de hacerlo, andaría todo el día con el mono de meterse un par de líneas"
martes, 8 de diciembre de 2015
Día 8 de Diciembre.
Acabo de terminar un libro que no decidí leer. Un libro que de no haber sido por una asignatura de la universidad no habría llegado a caer en mis manos. Un libro que me ha hecho enrojecer de ira pero me ha abierto la mente a una nueva forma de ver las cosas. Sachs me ha ayudado a comprender, que nuestra generación puede ser la causante y culpable de algo tan hermoso como El Fin de la Pobreza.
Quiero compartir el final, alentador, quiero compartir un "pedacito" del compañero fiel que ha estado acompañándome en el bolso estos últimos tres meses. Gracias.
Quiero compartir el final, alentador, quiero compartir un "pedacito" del compañero fiel que ha estado acompañándome en el bolso estos últimos tres meses. Gracias.
"Que nadie se sienta desanimado por la creencia de que no existe nada que un hombre o una mujer no puedan hacer para combatir la infinidad de males en el mundo; la miseria y la ignorancia, la injusticia y la violencia (...) Pocos tendrán la grandeza de moldear la historia entera; pero cada uno de nosotros trabaja para modificar una pequeña parte de los acontecimientos, y el resultado total de todas esas acciones aparecerá escrito en la historia de esta generación...
Es a partir de los innumerables y variados actos de coraje y fe como se conforma la historia de la humanidad. Cada vez que un hombre defiende un ideal, actúa para mejorar la suerte de otros o lucha contra una injusticia, transmite una onda diminuta de esperanza. Esas ondas se cruzan con otras desde un millón de centros de d energía diferentes y se aventuran a crear una corriente que puede derribar los muros más poderosos de la opresión y la resistencia."
Robert F. Kennedy
lunes, 7 de diciembre de 2015
Para que sirve una hermana.
Hoy quiero dejaros esta entrada de este blog que, pese a tener un tiempo ya, no puede dejar de encantarme. Ahí lo teneis..
2 diciembre, 2013
Una hermana sirve para que escuches lo que nadie se atreve a decirte. Para que aprendas a debatir entrenándote, por ejemplo, en discusiones por usar el coche paterno. Para acompañarte de compras el día más frío del año y hacer colas enormes para que tú sigas probándote vestidos de Fin de Año. Para compararte en lo bueno y también en lo malo. Para que ejercites tu paciencia cuando vuelve a desordenar el armario. Para recordarte cómo fuiste a su edad o para hacerte una idea de cómo quieres ser a la suya. Para dejarte ropa. Para pedirte pitis. Para echarte en cara cosas tontas y criticarte donde más duele cuando menos te lo esperas. Para animarte un domingo pocho compartiendo Solo en Casa con palomitas.
Una hermana sirve para enseñarte novedades que no conocías en el ordenador y hacerte sentir vieja. Para vacilarte por Whats app. Para hacer que un plan de hospital sea más llevadero. Para presentarte a los amigos de su novio. Para pedirte dinero. Para dejarte dinero. Para quedarse los regalos que a ti no te gustan. Para acompañarte a Ikea cuando nadie quiere. Para inventaros juntas canciones sobre el resto de familiares (si estás alterada tomate una valeriana). Para robarte un trozo de tarta que habías cocinado toda la tarde para llevar a un cumpleaños. Para que te de pena irte de casa. Para que te regale algo porque te pega todo. Para llamarte pringada y que te lo creas. Para guiñarte un ojo en los eventos familiares embarazosos. Para decirte que vas vestida como una golfa y días después copiarte el look. Para cantar en el coche sin que te de vergüenza. Para que tus amigos se den cuenta de lo mayores que son “¿Tu hermana se ha ido de Erasmus? pero si hace dos días iba a preescolar”. Para hacer bromas de la familia común donde os ha tocado nacer. Para criticar a los novios que tengas y luego acabar queriéndolos más que tú. Para ponerte motes. Para que vuelvas a leerte un libro de Celia si es más pequeña. Para entrenarte para cuando tengas hijos.
Para tomarle el pelo diciéndole que es adoptada y la encontraron en el cubo de basura. Para aprender que se puede estudiar toda una noche y aprobar. Para ver a tus padres hacer de padres como un espectador. Para descubrir que hay gente que cura heridas repugnantes de los demás porque le gusta. Para defenderte delante de tus padres. Para acusarte delante de tus padres. Para quemar nubes con un mechero a escondidas. Para tener conversaciones extrañas en la cocina a medianoche. Para que pierdas la vergüenza contando cosas patéticas que te han pasado, hablando de litera a litera. Para que te cuente anécdotas de los profesores del colegio y ver que ninguno ha cambiado. Para sacarte de quicio y volver a sentir esa rabia tipica de hermanas: “Te mataría”. Para conducir con alguien la primera semana de carné cuando tu madre aún te teme y tu padre se pone nervioso. Para consolarte sin hacer muchas preguntas sobre lo que ha pasado. Para que te reafirmes en tu idea de que Pablo Alborán es una pesadilla. Para que ejercites tu creatividad ideando mil formas de derribar una puerta cuando se cuela en el baño con este susodicho a todo volumen. Para darte cuenta de que la vida no hubiera sido igual de divertida si no hubiera nacido. Para todo.
domingo, 6 de diciembre de 2015
Misericordia quiero, no sacrificio.
Misericordia: Virtud que inclina el ánimo a compadecerse de los sufrimientos y miserias ajenos.
Esta es la definición que da la RAE ante una palabra que he escuchado tantas veces y nunca he llegado a comprender... me da miedo. Porque cuando te presentan algo como una virtud y te dicen que tienes que practicarla porque te hará bien piensas que es como cuando te enseñan un ejercicio físico y solo tienes que practicarlo.
Pero en el segundo caso es fácil, es controlar tu cuerpo. Controlarlo físicamente. Cuán poderosa es nuestra mente y aún no lo sabemos... sin embargo, el primer caso es lo verdaderamente complicado. Controlar tu lengua viperina, tus rechazos por un mal humor absurdo...
El problema está cuando tienes que practicar virtudes porque tratas mal a las personas que mas quieres. Porque tienes la plena confianza de que nunca van a irse de tu lado, de que nunca van a desaparecer. ¿Y si te los arrebatan? No habrás sido justo contigo mismo ni con ellos, y la justicia siempre vence.
Pero en el segundo caso es fácil, es controlar tu cuerpo. Controlarlo físicamente. Cuán poderosa es nuestra mente y aún no lo sabemos... sin embargo, el primer caso es lo verdaderamente complicado. Controlar tu lengua viperina, tus rechazos por un mal humor absurdo...
El problema está cuando tienes que practicar virtudes porque tratas mal a las personas que mas quieres. Porque tienes la plena confianza de que nunca van a irse de tu lado, de que nunca van a desaparecer. ¿Y si te los arrebatan? No habrás sido justo contigo mismo ni con ellos, y la justicia siempre vence.
sábado, 5 de diciembre de 2015
jueves, 3 de diciembre de 2015
miércoles, 2 de diciembre de 2015
El despertador sonó por segunda vez en el día. Había que ir a trabajar. Consultó en su móvil su ubicación exacta antes de salir. Hoy no volvería a perderse, o al menos, no era esa su intención. Llegó a la cafetería y entró con calma, aun quedaban diez minutos para que comenzase su turno. Se cambió de ropa y se puso el delantal. A las cuatro menos cuarto en punto se encontraba detrás de la barra preparada para manejar a la marabunta de clientes ansioso que no tenían mas de diez minutos hasta que acabase la hora de su almuerzo y decidían, desde hace muchos años (tal y como le comentó su compañero de la barra y dueño del bar, muy orgulloso) pasar ese corto periodo entre reuniones entre las paredes de la pintoresca cafetería.
Siempre le habían llamado la atención las grandes máquinas de café, aquellos palos de metal que calentaban la leche y la dejaban cremosa en pocos segundos. Se había dado cuenta, en dos tardes que llevaba allí, que hacer café era un proeza, pero hacer un buen café era un arte, un arte que ella aún no dominaba.
La tarde fue amena. Vio clientes de todo tipo pero al menos una o dos caras conocidas del día anterior ¿Pasaría esto siempre? ¿Llegaría el día que saludase a todos sus clientes por su nombre?
Escuchó algunas conversaciones, pero ninguna llamó su atención, estaba de espaldas en la caja cuando una risa a su espalda la hizo estremecer. Se quedo congelada, los músculos agarrotada. No quiso volverse.
¿Y si no era él?
O peor aún
¿Y si era él?
¿Podría mirarlo a la cara después de pasar todo el día fantaseando con ser la causante de esa risa?
Hizo tiempo intentando aprender a respirar de nuevo. Se centró en otros sonidos, la cafetera, dos amigas charlando incesantemente en una esquina del local, su jefe hablando por teléfono y...
- ¿Perdone? - No no podía ser, una voz detrás suya ¿se dirigía a ella? - ¿perdona?¿disculpa?
Olga no podía girarse.
- ¡Olga! - Escuchó desde su izquierda, su jefe la miró significativamente desde encima de las gafas y le hizo un gesto hacia la barra, y lo hizo, y lo que paso casi le hace arrancarse en una risa histérica. No era él.
- Discúlpeme, ¿que le sirvo?
- Un café solo y otro con hielo, estoy sentado en aquella mesa.- dijo señalándole al fondo.
Ella respiró por fin y corrió a hacer los cafés. Una vez de nuevo dentro de sus casillas, mientras buscaba el azúcar en una caja debajo del mostrador se reprochó así misma haberse comportado de una forma tan infantil. Después de buscar lo que le pareció una eternidad apareció detrás de la barra con una sonrisa triunfal, la misma que aspiró aire fuertemente una vez terminó de estirar las rodillas y que no fue capaz de soltar. Esta vez, sí era él.
martes, 1 de diciembre de 2015
No puedes pretender que nazca todo de ti, al menos en cuanto a creación se refiere. Tienes que llenarte para poder dar, recibir para poder entregar y entregarte. No puedes pretender enseñar algo que no sabes ni trasmitir algo que no conoces o que no sientes. por eso lo deje marchar. Por eso no ofusco mi vida al hecho de si la expresión "ofuscar mi vida a algo está bien dicho", simplemente me dedico a rogar la cielo que alguien lo salve.
lunes, 30 de noviembre de 2015
Y cuando te das cuenta. Casi un año.
la cara y apartándome el pelo, tu boca sobre mi sien. Te sentía aún mas cerca. sentía tu mano acariciar mi barriga, y jugar con el botón de mis vaqueros, me sentía contener el aire y a ti contener la risa cuando mi mirada desesperada buscaba la puerta pensando en que podrían abrirla en cualquier momento.
Me doy la vuelta, ahora te tengo de frente, cerca, tengo tu rodilla entre mis piernas, tengo tu risa pegada a mi oído. Notas como comienza a entrecortarse mi respiración. Me siento bien, el sol acaricia nuestros calcetines, tus ojos están mas verdes que nunca. Vuelvo a perderme en ti, en tu boca, abandonándome a tus manos que ya juegan sin ningún pudor conociéndome, sabiéndome suya.
esas manos que saben donde tocar.
Esas manos que preparan a los besos, a la vida, al amor.
viernes, 27 de noviembre de 2015
¿Cuando perdemos la libertad?
De niños, corremos saltamos, brincamos, pensamos que nuestros cuerpos son capaces de todo, que nuestra imaginación es capaz de todo, no nos damos cuenta si usamos o no pañal, si estamos o no desnudos. Reímos, reímos mucho, no hay nada mas hermoso y gratificante que un niño feliz.
De repente, ese golpe duele mas, tus piernas no corren tanto como pensabas, alguien te dice que eres "muy mayorcito" para hacer eso, que debes comportarte "como un niño grande". Y se acabó, y ya no hay imaginación porque quieres imitar, y ese adulto al que estás imitando, a su vez, imitó a uno anterior más vacío aun.
Ese adulto al que imitas, no comprende que aun debes disfrutar, que no hay que hacer mayores a los críos para que se comporten como nosotros. Todo tendría que ser al revés, un niño debería ser el ejemplo para nosotros, la pureza que tienen en la mirada, la forma de actuar tan natural y espontánea.
Esa forma tan suya de vivir, libres.
jueves, 26 de noviembre de 2015
16 de Noviembre.
¿Como te paras a hablar de tu propia vida habiendo tantos testimonios más importantes que el tuyo? Testimonios que hablan por ti y cuentan sentimientos hermosos como el amor, las ganas de vivir, como la esperanza, alegría y perdón. No puedes pararte a hablar de ti. Tienes que dejar que otras personas, conocidas por su sueños y por haber hecho de este mundo algo mejor hablen por ti. Hoy dejo que Paulo Coelho hable por mi:
"Nadie pierde a nadie, porque nadie posee a nadie. Ésa es la verdadera experiencia de la libertad: tener lo más importante del mundo, sin poseerlo"
viernes, 20 de noviembre de 2015
Mi regalo de hoy viene de la mano de Rosemari Urquico.
“Algunas razones para tener en mente al momento de escoger entre la chica del bar o la de la biblioteca, la del maquillaje corrido o la del morral repleto de libros“.
El artículo se llama “Salir con chicas que no leen / Salir con chicas que leen”. Está dividido en dos partes, primero el autor Charles Warnke “defiende” desde la ironía que es mejor elegir a la mujer que se encuentra en medio de la fastidiosa mugre de un bar del medio oeste. Por el contrario, en la segunda parte, la autora Rosemary Urquico explica por qué vale la pena escoger a la chica que ama a los libros. Me pareció un curioso debate, y después de leer ambos, me quedo con la segunda opción.
Salir con chicas que leen
“[...] Encuentra una chica que lee. Sabrás que es una ávida lectora porque en su maleta siempre llevará un libro que aún no ha comenzado a leer. Es la que siempre mira amorosamente los estantes de las librerías, la que grita en silencio cuando encuentra el libro que quería. ¿Ves a esa chica un tanto extraña oliendo las páginas de un libro viejo en una librería de segunda mano? Es la lectora. Nunca puede resistirse a oler las páginas de un libro, y más si están amarillas.
Es la chica que está sentada en el café del final de la calle, leyendo mientras espera. Si le echas una mirada a su taza, la crema deslactosada ha adquirido una textura un tanto natosa y flota encima del café porque ella está absorta en la lectura, perdida en el mundo que el autor ha creado. Siéntate a su lado. Es posible que te eche una mirada llena de indignación porque la mayoría de las lectoras odian ser interrumpidas.
Pregúntale si le ha gustado el libro que tiene entre las manos. Invítala a otra taza de café y dile qué opinas de Murakami. Pregúntale si le encanta Alicia o si quisiera ser ella. Comprende que ella es consciente de la diferencia entre realidad y ficción pero que de todas maneras va a buscar que su vida se asemeje a su libro favorito. No será culpa tuya si lo hace. Por lo menos tiene que intentarlo.
Miéntele, si entiende de sintaxis también comprenderá tu necesidad de mentirle. Detrás de las palabras hay otras cosas: motivación, valor, matiz, diálogo; no será el fin del mundo.
Fállale. La lectora sabe que el fracaso lleva al clímax y que todo tiene un final, pero también entiende que siempre existe la posibilidad de escribirle una segunda parte a la historia y que se puede volver a empezar una y otra vez y aun así seguir siendo el héroe. También es consciente de que durante la vida habrá que toparse con uno o dos villanos.
Fállale. La lectora sabe que el fracaso lleva al clímax y que todo tiene un final, pero también entiende que siempre existe la posibilidad de escribirle una segunda parte a la historia y que se puede volver a empezar una y otra vez y aun así seguir siendo el héroe. También es consciente de que durante la vida habrá que toparse con uno o dos villanos.
Si te llegas a encontrar una chica que lee mantenla cerca, y cuando a las dos de la mañana la pilles llorando y abrazando el libro contra su pecho, prepárale una taza de té y consiéntela. Es probable que la pierdas durante un par de horas pero siempre va a regresar a ti. Hablará de los protagonistas del libro como si fueran reales y es que, por un tiempo, siempre lo son.
Le propondrás matrimonio durante un viaje en globo o en medio de un concierto de rock, o quizás formularás la pregunta por absoluta casualidad la próxima vez que se enferme.
Sal con una chica que lee porque te lo mereces. Te mereces una mujer capaz de darte la vida más colorida que puedas imaginar. Si solo tienes para darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medio cocinar, te vendrá mejor estar solo. Pero si quieres el mundo y los mundos que hay más allá, invita a salir a una chica que lee.
O mejor aún, a una que escriba”.
miércoles, 18 de noviembre de 2015
Se descalzó y tiró los zapatos al otro lado de la habitación, cayó en la cama rendida.
Había sido un día feo, amargo.
Sus compañeras de piso estaban fuera, riendo, y ella no podía mas.
¿Dos días y se la habían comido por sopa?
Cogió un libro y comenzó a leer haciendo tiempo para que irse a trabajar.
Quería dejar el trabajo. Solo había ido un día pero quería dejarlo.
Nunca se le dio bien tener continuidad en algo.
Tampoco podía concentrarse.
¿Qué le habían hecho?
Se desnudó y asomo la cabeza al pasillo, no había nadie, cruzó y se metió en la bañera intentando quitar de su mente lo que iba a subir ese mes el consumo de la bombona.
Había sido un día feo, amargo.
Sus compañeras de piso estaban fuera, riendo, y ella no podía mas.
¿Dos días y se la habían comido por sopa?
Cogió un libro y comenzó a leer haciendo tiempo para que irse a trabajar.
Quería dejar el trabajo. Solo había ido un día pero quería dejarlo.
Nunca se le dio bien tener continuidad en algo.
Tampoco podía concentrarse.
¿Qué le habían hecho?
Se desnudó y asomo la cabeza al pasillo, no había nadie, cruzó y se metió en la bañera intentando quitar de su mente lo que iba a subir ese mes el consumo de la bombona.
lunes, 16 de noviembre de 2015
A veces alguien debe despertarte.
Por que no todo es tan hermoso como todos pensamos durante nuestra vida. Porque somos soñadores innatos sí, pero hay veces que también hay que meter realidad en nuestras fantasías, solo por ordenarlas. Dentro de los cuentos de hadas también tiene que haber algo de coherencia, si tienes a tu príncipe azul, no buscas otro, ¿no? Por muy misteriosa que sea su mirada y mucho que su atención hacia ti te haga parecer imbécil. Y si resucitas por un beso de amor no vuelves a caer en la misma trampa. Porque eso es lo que nos gusta de los cuentos, los finales felices, porque confundimos seguridad con felicidad. ¿Me estoy contradiciendo? A estas alturas muy posible. Y es que érase una vez...
¿Quien dice lo que está prohibido en el mundo?
¿Qué moral o ética podrá contradecirme? ¿Que ley de la física? ¿Qué autoridad podrá decirme lo contrario... cuando estoy decidida?
domingo, 15 de noviembre de 2015
La chica que nunca querrías.
Soy el desastre de tu voz,
el estallido en tu grito.
"La voz que siempre te dirá que no"
O casi siempre, quizás mas veces de las que quieras escuchar.
Soy el orden en mitad del caos, y la muerte en medio de la vida.
Soy cada lágrima derramada por un familiar del difunto.
Soy cada pedazo de plástico que tiramos al mar.
Soy el caos en una mente cuadriculada.
Un rombo entre cuadrados.
Una mitad incompleta.
Soy yo, the girl you never want.
sábado, 14 de noviembre de 2015
Love letters.
¿Dónde fueron todas esas cartas de amor que la gente no se atrevió a enviar?
Creo que es una cuestión mas de cobardía que de romanticismo.
No tener las agallas para decirle a alguien en su cara todo lo que escribes por carta...
...no sirve. Al menos a mi no.
Sin embargo quizás las escribamos por cuestión de mero morbo.
Después de una ruptura, quién no recuerda las palabras, a día de hoy, lee las conversaciones anteriores a aquel día, intentando encontrar la clave y llevarse una conclusión los días que duermen llorando.
Las cartas de amor siempre fueron hermosas. Guardarlas, acariciarlas, incluso abrazarlas cuando el emisor estaba lejos, muy lejos.
También se perdió esto.
El saber esperar, las cosas poco a poco.
Que no hay que darlo todo hecho. Nos indignamos, si no nos contestan a la primera,
si no cogen la llamada a la primera. Si tocan nuestros teléfonos.
Ponemos mil contraseñas para proteger algo tan ridículo como puede ser un mensaje en un chat.
¿Quién está deshumanizando el amor?
¿Por qué se está convirtiendo en cables y redes wifis?
¿Para quién?
viernes, 13 de noviembre de 2015
jueves, 12 de noviembre de 2015
A 120.
Íbamos a 120. Callejuelas estrechas nos rodeaban. Nos gustaba el peligro, aun sabiendo que podíamos pegarnosla. Lo amábamos. Nos sentíamos tan libres, puros, felices... no sentíamos nosotros mismos y no teníamos más que aparentar.
Era como un orgasmo pero sin el como. Sentía como mi boca se abría un ay otra vez. Me sentía viva. Sabía que estaba mirándome y me daba igual, por primera vez en la historia no había mujer mas libre. Podía hacerlo delante suya. Podía pararme a escribir, incluso a 120 por hora. No podía parar, mi cerebro no me dejaba.
La nariz moqueante, el pelo en la cara, la vejiga a reventar de cerveza.... pero no había momento en el que me hubiera sentido tan viva.
Era como un orgasmo pero sin el como. Sentía como mi boca se abría un ay otra vez. Me sentía viva. Sabía que estaba mirándome y me daba igual, por primera vez en la historia no había mujer mas libre. Podía hacerlo delante suya. Podía pararme a escribir, incluso a 120 por hora. No podía parar, mi cerebro no me dejaba.
La nariz moqueante, el pelo en la cara, la vejiga a reventar de cerveza.... pero no había momento en el que me hubiera sentido tan viva.
lunes, 9 de noviembre de 2015
Por qué me gustan los lunes.
Llevas a tus espaldas la primera semana de noviembre del 2015, ¿Qué has hecho de productivo en ella? ¿Has cambiado tu vida? Tú que siempre te quejas de la monotonía de la vida. ¿La has roto? Que estás indignado por la falta de valores de nuestra sociedad, ¿luchas por ellos? ¿tratas con personas? ¿compartes tus ideas? Tú que te sientes vacío, ¿has probado a escuchar lo que tienes dentro y no sabes? ¿Has probado a empezar a llenarte? Tu, inconformista de la vida, ¿has probado a dejar de ser tan exigente y darte cuenta de que tu vida depende solamente de ti?
Por eso me gustan los lunes, me gustan la perspectiva que ofrecen, son como el día 1 de enero y, con suerte, sin resaca. Son días en los que puedes organizar la semana, días en los que puedes marcarte objetivos. Son días bonitos. Nos empeñamos en odiar los domingos, odiar los lunes, nos empeñamos en odiar todo aquello que no sea un viernes o sábado noche. ¿Realmente nuestras vidas han comenzado a reducirse a eso?
El problema es el sentimiento de culpabilidad que nos inculcan, como al adolescente que lleva demasiado tiempo encerrado en casa y no lo dejan salir hasta la mayoría de edad. Al igual que ese adolescente se revelará y perderá el norte (al menos un tiempo) nosotros también vamos a acabar por hacer eso.
Todo el mundo nos ha inculcado que la diversión consiste en un viernes o sábado por la noche, pero... y lo bien que sienta, terminar un examen el martes, que has estado estudiando un viernes o un sábado por la noche, y atreverte a desafiar tu responsabilidad tomándote algo con tus amigos. ¿De verdad eso es tan malo?
¿Sois capaces de frenar en seco?
El problema es el sentimiento de culpabilidad que nos inculcan, como al adolescente que lleva demasiado tiempo encerrado en casa y no lo dejan salir hasta la mayoría de edad. Al igual que ese adolescente se revelará y perderá el norte (al menos un tiempo) nosotros también vamos a acabar por hacer eso.
Todo el mundo nos ha inculcado que la diversión consiste en un viernes o sábado por la noche, pero... y lo bien que sienta, terminar un examen el martes, que has estado estudiando un viernes o un sábado por la noche, y atreverte a desafiar tu responsabilidad tomándote algo con tus amigos. ¿De verdad eso es tan malo?
sábado, 7 de noviembre de 2015
El diario de Noa.
- ¡Dí que soy un pájaro!
- Eres un pájaro.
- Ahora dí que tu también lo eres.
- Si tu eres un pájaro... si, soy un pájaro.
- Eres un pájaro.
- Ahora dí que tu también lo eres.
- Si tu eres un pájaro... si, soy un pájaro.
viernes, 6 de noviembre de 2015
Para siempre vivirá ese primer amor.
Y era mía. Y yo era suya.
No había nadie en el mundo que pudiese negar lo nuestras que éramos.
Para siempre, repetíamos cada vez que terminaba la canción,
cada vez que las yemas de mis dedos recorrían su barriga.
Para siempre, prometíamos cada vez que parábamos de reír, sin aliento, cuando se me
enredaban los perjuicios en su pelo.
Para siempre rubia, le decía antes de besarla.
Para siempre parecía susurrar cada vez que me desabrochaba el sujetador.
Cada vez que la sentía estallar en mis manos.
Cada vez que hacía mi cabeza explotar con sus enfados absurdos.
Para siempre.
No nos cansábamos de repetirlo, a todas horas, en todo momento, a toda voz.
Para siempre.
jueves, 5 de noviembre de 2015
El camino en pos de ti.
Y de repente veía.
Tenía abierto ante mí el camino que había elegido.
Y sonaba a chiste.
Parecía una canción antigua tocada por una varita mágica.
¿Es posible sentirte demasiado expuesta?
Cuál será la barrera que te hace pasar de la comodidad a la vergüenza.
No puedes tocarme.
No puedo tenerte.
Si hubiera sido Daniela quizás podría echarle cara, pero ni eso amiga mía.
No llegaríamos a saber nunca el alcance que tuvimos uno en la vida del otro.
Ni porqué nos fuimos.
Tenía abierto ante mí el camino que había elegido.
Y sonaba a chiste.
Parecía una canción antigua tocada por una varita mágica.
¿Es posible sentirte demasiado expuesta?
Cuál será la barrera que te hace pasar de la comodidad a la vergüenza.
No puedes tocarme.
No puedo tenerte.
Si hubiera sido Daniela quizás podría echarle cara, pero ni eso amiga mía.
No llegaríamos a saber nunca el alcance que tuvimos uno en la vida del otro.
Ni porqué nos fuimos.
martes, 3 de noviembre de 2015
- Sí, y entonces ahí estábamos las cuatro, borrachas y en la bañera cuando llega el compañero de piso y vomita... - todas rieron. - ¡Fue patético! ¿Cuantas veces en tu vida vas a tener esa oportunidad?
- Tenerla no lo sé, desaprovecharla... - volvieron a reír.
Celia disfrutaba de la compañía de las camareras del bar en el que desayunaba por segunda vez casi todos los días. Todas las conversaciones empezaban por una botella, o varias y acababan en un tío, o varios, o cambiaba el orden y el tío iba primero.
La verdad es que tenían muchas historias.
Era un bar bonito, con cristaleras por donde entraba el sol. Le gustaba Sevilla.
Nunca hubiera pensado que iba a poder llegar a disfrutar como lo hacía del sol de esa ciudad. En Logroño no estaba mal, pero necesitaba cerrar heridas, y, ¿que mejor que empezar por mudarte al sitio donde te las hicieron?
No estaba acostumbrada a reír tanto, bueno sí, pero solía hacerlo borracha, no a las once de la mañana desayunando. Se miró los dedos indice y corazón, estaban empezando a amarillear del humo del cigarrillo. Tampoco importaba mucho, tenía unas uñas bonitas que disimulaban cualquier color que se saliese de la norma. Le entró el mono. Pagó el desayuno y salió, antes de que llegara a encenderse el cigarrillo el móvil estaba vibrando en su bolso.
_____________________________________________
Olga no pretendía molestarla tan pronto, pero después de lo sucedido por la mañana no tenía muy claro si iba o no a salirle la voz la hablar con Amalia. Con el sueño y las prisas había cogido un autobús mal al salir de las clases y necesitaba que alguien le dijera la calle donde vivía.... "Y donde también vive él" se recordó a si misma. Esta mañana había tardado unos minutos más en bajar las escaleras, lo había hecho con detenimiento, por si, por casualidad, se lo encontraba.
Tenía suerte, pensó, "vive en el mismo bloque, quizás al fin y al cabo, acabemos coincidiendo otra vez". Y con esa ultima frase tiró de la puerta del portal para salir a la calle. El bofetón de frío le devolvió a la realidad. Ahora tocaba lo que tocaba.
Pero aun así las clases tampoco habían servido de mucho.
No había forma de quitárselo de la cabeza, tan grande había sido la distracción que ahora se encontraba en un tal palacio de congresos, llamando a Celia, para que alguien le dijera cómo salir de ahí.
sábado, 31 de octubre de 2015
Bú!
¿De verdad queréis sentir miedo?
No os hace falta una fecha al año.
Miedo dan muchas cosas en este mundo.
Miedo a perder a las personas que queremos, miedo a fracasar, miedo a equivocarnos...
Miedo debería darnos un país sin un gobierno estable, una sociedad donde gobiernan ladrones.
Miedo debería darnos que la gente quede con otra gente para pegarse por fútbol.
Miedo debe darnos que en el siglo XXI se mate a gente por sus convicciones religiosas, sexuales o ideológicas.
Miedo porque las mujeres son violadas y asesinadas.
Miedo porque su pareja le pega.
Miedo porque abusan de ellos, y de ellas. Porque los tocan sin que quieran y nadie hace nada.
Miedo tenemos que pasar por todas los críos desaparecidos que jamás se han encontrado.
Miedo tiene que darnos que haya gente que muera por no poder pagar la cura de su enfermedad.
Que el gobierno legalice drogas que pueden matarnos como el tabaco o el alcohol.
Miedo tienen que darnos los extremistas que se mueven por ideas fijas defendiéndolas incluso a costa de la vida de otras personas.
Miedo a la comodidad e inconformismo.
Tenemos muchas razones para tener miedo.
¿Cuántas mas necesitamos?
jueves, 29 de octubre de 2015
¡Soy capaz de leerte la mente arreglar los problemas de toda la gente!
¿Pa qué?
si después de todo no sabes definirlo, ni sabes definirte.
No entiendo esas ganas que tiene el mundo de ser normal, encajar...
¿Encajar con quien?
Si es que no hay dos personas iguales en este puto mundo.
No entiendo las ganas tampoco, de irse por el extremo opuesto, porque todos buscamos la orginalidad y acabamos siendo copias de gente que creemos (vuelta a la maldita palabra) encajan con nosotros.
¡Que no quiero que nadie encaje conmigo!
Que gracias a eso nos pulimos, nos limamos de asperezas. Las personas contrarias a nosotros son las que nos enseñan, las que nos mejoran, gracias a ese limarnos que tan poco nos gusta.
Que parece que por estar de desacuerdo con alguien no vas a poder ser amigo de esa persona, menos, no vas a poder estar en la misma habitación.
Pues siento deciros que no.
Que lo mas bonito del mundo es encontraros con una persona que no piensa lo mismo que vosotros, que es totalmente opuesta. Y quererla. Amar a esa persona hasta los topes. Eso es lo hermoso.
Pero es mejor aun cuando esa persona es pura.
Cuando esa persona es natural y ella misma.
Entonces es cuando creces de verdad.
miércoles, 28 de octubre de 2015
Por hoy.
Perdámonos en alta mar, que nadie sepa. Que nadie opine.
Sepamos que estar vivo no es más que sentir el aire que entra en tus pulmones, la luz que acaricia tu piel y la lluvia que moja tu alma.
Vistete y vívete.
Vamos.
Corre, vuela.
Salta y siente dolor.
Experimenta, juega, destrozate.
Y vuelve a construirte.
martes, 27 de octubre de 2015
lunes, 26 de octubre de 2015
¿Cuánto tiempo hacía que no la escuchabas de verdad?
Que no te parabas a mirar como se le hinchaban las mejillas cuando reia, o como se frotaba los ojos aprovechando no llevar maquillaje. Cuándo fue la última vez que hablaste con ella de verdad. ¿Acaso no te has dado cuenta de que ahora te habla sin miedo?
Hace tiempo, y lo sabes, que no te parabas a escuchar de verdad lo que su corazón decía. Que no te atrevías
a estar sin tocarla. Porque cuando te quitan la droga es cuando la echas en falta.
Cuándo tuviste la ultima lucha interior sobre si atreverte a darle un beso o no.
Porque no vale estar siempre con las bromas y perder la perspectiva. No sirve que la quieras si se lo dices por rutina. No sirve que pretendas hacer sorpresas misteriosas vacías porque ya nada os llena.
Cuánto estabas dispuesto a gastarte en cerveza para alargar los minutos con ella.
Y te has dado cuenta pero quizás sea tarde, el mal está hecho, sin embargo hay una luz nueva que abre el cielo, la esperanza. Porque ahora te estás arañando por dentro por haber estado atando a tu alma libre.
Cuánto te arrepientes de haberla conocido.
Y es que puedes engañar a un águila que nace con pollos pero un águila que nace y se cría entre águilas, amigo mío. Esa fiera es indomable. Por mucha comida o comodidad que ofrezcas. No hay persona en el mundo que le haga quedarse en casa cuando sus pies quieren bailar.
Hace tiempo, y lo sabes, que no te parabas a escuchar de verdad lo que su corazón decía. Que no te atrevías
a estar sin tocarla. Porque cuando te quitan la droga es cuando la echas en falta.
Cuándo tuviste la ultima lucha interior sobre si atreverte a darle un beso o no.
Porque no vale estar siempre con las bromas y perder la perspectiva. No sirve que la quieras si se lo dices por rutina. No sirve que pretendas hacer sorpresas misteriosas vacías porque ya nada os llena.
Cuánto estabas dispuesto a gastarte en cerveza para alargar los minutos con ella.
Y te has dado cuenta pero quizás sea tarde, el mal está hecho, sin embargo hay una luz nueva que abre el cielo, la esperanza. Porque ahora te estás arañando por dentro por haber estado atando a tu alma libre.
Cuánto te arrepientes de haberla conocido.
Y es que puedes engañar a un águila que nace con pollos pero un águila que nace y se cría entre águilas, amigo mío. Esa fiera es indomable. Por mucha comida o comodidad que ofrezcas. No hay persona en el mundo que le haga quedarse en casa cuando sus pies quieren bailar.
domingo, 25 de octubre de 2015
sábado, 24 de octubre de 2015
Todos los derechos que crees tener sobre mi al ser mi pareja y realmente no tienes.
Ultimamente me trae de cabeza todos los derechos que crees, bueno, más bien creías, tener sobre mí al ser mi pareja y cada vez estoy mas convencida de que no, no los tienes.
En una sociedad hecha por y para los hombres, en la que la mujer sigue actualmente condicionada a lo que una polla piense de ella, creo que es hora de empezar a quejarse por esto. Y no hablo de escribir una entrada en el blog como estoy haciendo, que... ¿Porque no? Hablo de plantarse frente a esa persona y comenzar a, asertivamente, poner puntos sobre las íes.
Hay muchos derechos que creias tener sobre mi y realmente no lo tienes. Aunque yo, en mis inicios de mujer carente de conciencia de sí misma como persona entera y no necesaria de completar, creía que sí. Uno de ellos era el de darme tu opinión sobre mi ropa.
Puedes opinar sobre mí, si, yo al principio tambien lo hacía, opinaba sobre ti. Coincidimos en que había prendas de ropa que nunca nos pondríamos y que había prendas que no nos gustaban para el sexo opuesto. Hasta ahí no tenía ningún problema. Todo empezó cuando me importaba lo que dijeras sobre mi ropa. Cuando me gustaba una blusa y no me la ponía porque sabía que a ti no te gustaba, la odiabas o "no querías que me la pusiera para salir conmigo". Y tú, compañero mío, no cambiaste tu modo de vestir por muy horrendo que me pareciese. Y hoy día, me sigue pareciendo así.
Otro derecho que creías tener sobre mí y no tienes es el de decidir a qué hora, qué día salgo. Soy autosuficiente para hacer mis planes. No vivo contigo. No tienes que esperarme para cenar. No necesito una secretaria. Se administrar mi tiempo, mis planes, mi compañía y mi vida. Sola. Y NO me hace falta tu ayuda.
Tampoco tienes derecho a hacerme sentir mal, a dudar de mi cuando te digo, o decía (aunque las dos palabras en sí no van a cambiar nunca) que te quiero, o quería, o te sigo queriendo. Aunque esas sean tres.
No puedes, no debes, hacerme sentir mal porque un fin de semana tenga mejores cosas que hacer, o cosas mas prioritarias que echar horas y horas en silencio en una cama porque hay gente fuera. Y te mentiría si no admitiese que me encanta estar en una cama contigo.
Crees que tienes derecho a ponerte del lado de mis padres como si fueras uno más de la familia y no. No lo tienes, por mucho tiempo que llevemos, por muchos años de casados o hijos o nietos. Me da igual. No perteneces a mi núcleo familiar mas cerrado, no eres ni un segundo padre, ni un hermano, ni siquiera un primo. Y aun así mis primos no deben meterse en esto. No estamos hablando de aquellos fáciles años para vosotros en los que la chica pasaba de la tutela del padre a la del marido, o hermano o cuñado, o hijo. NO. Puedes escucharme, puedes darme tu opinión, puedes hacerme ver que quizás me estoy equivocando, pero nunca tratarme como una cría por ganar esa complicidad con tus suegros.
No tienes derecho a obligarme subliminalmente a no quedarme con mis amigas porque quieres que estemos solos bajo la amenaza implícita del enfado al día siguiente. Y por supuesto NO tienes derecho a juzgarlas por los errores que hayan cometido en el pasado, porque ese derecho no me lo permito ni yo y tú no eres mas que ellas para darte golpes de pecho en cuanto a moralidad, chulo.
Y estos son, aunque me falten algunos de los que prefiero no acordarme, todos los derechos que creía que tenías sobre mí y te he dejado tenerlos aunque realmente, no los tienes.
En una sociedad hecha por y para los hombres, en la que la mujer sigue actualmente condicionada a lo que una polla piense de ella, creo que es hora de empezar a quejarse por esto. Y no hablo de escribir una entrada en el blog como estoy haciendo, que... ¿Porque no? Hablo de plantarse frente a esa persona y comenzar a, asertivamente, poner puntos sobre las íes.
Hay muchos derechos que creias tener sobre mi y realmente no lo tienes. Aunque yo, en mis inicios de mujer carente de conciencia de sí misma como persona entera y no necesaria de completar, creía que sí. Uno de ellos era el de darme tu opinión sobre mi ropa.
Puedes opinar sobre mí, si, yo al principio tambien lo hacía, opinaba sobre ti. Coincidimos en que había prendas de ropa que nunca nos pondríamos y que había prendas que no nos gustaban para el sexo opuesto. Hasta ahí no tenía ningún problema. Todo empezó cuando me importaba lo que dijeras sobre mi ropa. Cuando me gustaba una blusa y no me la ponía porque sabía que a ti no te gustaba, la odiabas o "no querías que me la pusiera para salir conmigo". Y tú, compañero mío, no cambiaste tu modo de vestir por muy horrendo que me pareciese. Y hoy día, me sigue pareciendo así.
Otro derecho que creías tener sobre mí y no tienes es el de decidir a qué hora, qué día salgo. Soy autosuficiente para hacer mis planes. No vivo contigo. No tienes que esperarme para cenar. No necesito una secretaria. Se administrar mi tiempo, mis planes, mi compañía y mi vida. Sola. Y NO me hace falta tu ayuda.
Tampoco tienes derecho a hacerme sentir mal, a dudar de mi cuando te digo, o decía (aunque las dos palabras en sí no van a cambiar nunca) que te quiero, o quería, o te sigo queriendo. Aunque esas sean tres.
No puedes, no debes, hacerme sentir mal porque un fin de semana tenga mejores cosas que hacer, o cosas mas prioritarias que echar horas y horas en silencio en una cama porque hay gente fuera. Y te mentiría si no admitiese que me encanta estar en una cama contigo.
Crees que tienes derecho a ponerte del lado de mis padres como si fueras uno más de la familia y no. No lo tienes, por mucho tiempo que llevemos, por muchos años de casados o hijos o nietos. Me da igual. No perteneces a mi núcleo familiar mas cerrado, no eres ni un segundo padre, ni un hermano, ni siquiera un primo. Y aun así mis primos no deben meterse en esto. No estamos hablando de aquellos fáciles años para vosotros en los que la chica pasaba de la tutela del padre a la del marido, o hermano o cuñado, o hijo. NO. Puedes escucharme, puedes darme tu opinión, puedes hacerme ver que quizás me estoy equivocando, pero nunca tratarme como una cría por ganar esa complicidad con tus suegros.
No tienes derecho a obligarme subliminalmente a no quedarme con mis amigas porque quieres que estemos solos bajo la amenaza implícita del enfado al día siguiente. Y por supuesto NO tienes derecho a juzgarlas por los errores que hayan cometido en el pasado, porque ese derecho no me lo permito ni yo y tú no eres mas que ellas para darte golpes de pecho en cuanto a moralidad, chulo.
Y estos son, aunque me falten algunos de los que prefiero no acordarme, todos los derechos que creía que tenías sobre mí y te he dejado tenerlos aunque realmente, no los tienes.
jueves, 22 de octubre de 2015
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Cuidarte también es proclamar que no puedes.
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