Pero en el segundo caso es fácil, es controlar tu cuerpo. Controlarlo físicamente. Cuán poderosa es nuestra mente y aún no lo sabemos... sin embargo, el primer caso es lo verdaderamente complicado. Controlar tu lengua viperina, tus rechazos por un mal humor absurdo...
El problema está cuando tienes que practicar virtudes porque tratas mal a las personas que mas quieres. Porque tienes la plena confianza de que nunca van a irse de tu lado, de que nunca van a desaparecer. ¿Y si te los arrebatan? No habrás sido justo contigo mismo ni con ellos, y la justicia siempre vence.
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