viernes, 28 de junio de 2013

¡Si es que no te callas ni debajo del agua!

Me reí en mi cama preguntándome como una pantalla podía hacerme tan feliz, no, no era el móvil, era la persona que estaba detrás. Él.

- Si me callo. jajajajajaj

- No, no lo haces. 


-   Si lo hago,  y si te molesta tu sabes como hacerme callar. 

- Se me ocurren varias maneras...

-  sabes a la que me refiero. 

- Pues tengo tres maneras. 

- ¿Tres? A ver... sorprendeme. 

- Tienes que adivinarlas. A ver si las aciertas. 
- Una de ellas es besándome. 


- Vale, has acertado, esa era la primera. 

- Dime la segunda y lo intento con la tarcera. 

- ¿Te acuerdas de los besos en el cuello? 
Esa es otra buena manera de callarte, y ahí no tienes excusa

- Vaaale, ahí no tengo excusa pero, entonces no tengo ni idea de  por donde va la tercera.
Tiene que  ver con tu colonia, ¿O voy muy desencaminada? 

- Van por ahí los tiros. 


- ¡¡Me la echarías en la boca!! jajajajajajajaja
- JAJAJAJAJAJAJ SI 

- ¿Sabes que con abrazarme sería suficiente?


- ¿Ah sí?

- Claro,  tu colonia me coloca. Es lo que hay.
Algo tan sencillo como quedarme en tu cuello para siempre. 


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