sábado, 25 de mayo de 2013

Querido cerebro:

Hola, soy yo, soy tu casera, te envío esta carta porque me gustaría que me explicases porqué me has tenido toda la noche soñando con él.

Me gustaría comunicarte que soy consciente, y ayer lo fui también de que nos besamos sí, que lo sé vaya. No entiendo a que viene eso de hacérmelo recordar una y otra vez durante toda una noche. 

Tampoco sé como eres capaz de hacerme sentir feliz cuando estoy con él. ¿Que parte de tu pequeño cuerpo se activa y qué hormonas liberas? 

Ay... querido cerebro... ponte a funcionar, porque como dejes actuar a los sentimientos te pierdes y yo contigo, así que, que te quede claro, nosotros siempre seremos más importantes que cualquier hombre que se atreva a interrumpir nuestra calma, buscarás nuestro bien por encima de todo, sí, de todo. No pensarás cosas raras como suicidarnos o por el estilo, y si lo pienso yo, me convencerás de lo contrario.

 ¿Hecho? Hecho. 

A cambio de eso prometo hacerte caso, prometo escucharte y darte conocimiento, cuanto más mejor, prometo dejar que proceses las imágenes más bonitas y los olores más evocadores, prometo llevarte siempre conmigo, y usarte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cuidarte también es proclamar que no puedes.

 No puedo sola.  Esto es demasiado complicado.  Necesito ayuda.  Qué buen día para estar orgullosa de todo el progreso que he hecho.  ¿Qué e...