En la puta cima del mundo.

Os volveré a pedir que os pongáis en situación, una vez más y a causa suya. Quinta hora, Aburrimiento. El sentado detrás de mi. Una tercera sombra, que a veces ayuda y otras se mete por medio.

Sombra- Está enamorado.

El profesor manda a callar y yo miro hacia delante, alguien toca mi espalda, es Él.

Él.- ¿Que has dicho a lo que ha dicho la sombra?
Yo.- no me he enterado, no he dicho nada.
Sombra- Está enamorado.
Yo- ¿De quien?
Sombra- De ti.(Me señala con un bolígrafo y tiemblo). 
Yo- De mi no, seguro. (Mirándolo a Él) ¿Estás enamoradito?
Él.- (Con deje de derrota) Si vamos, enamorado no, hipermegasuperenamorado al cuadrado.
Yo.- Yo todo eso al cubo.

(Su cara cambia, se dibuja la sonrisa esa que tanto me gusta)

Él- ¿al cubo? ¿De quien?
Yo- No te lo voy a decir.
Él- Yo he preguntado primero.
Yo- Da igual.
Él- dímelo y después te lo diré yo. Dímelo y te daré una pista. Es mas, su nombre empieza...

A partir de ahí empecé a atar cabos, el nombre que quedaba al final, perfectamente podía ser el mio. Toca el timbre y la conversación cesa. Examen. Casa. Y aquí estoy, nerviosa hacia mañana.  ¿Cómo puede decirme que esta enamorado si ni siquiera me ha dado un beso?