Procurar sonreír con ganas o sin ellas. Estar seguros de que somos capaces de soportar muchos dolores, muchos más de los que sospechamos.
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¿Habeis escuchado alguna vez aquello de que si sonries, aunque sea de forma forzada, tu humor mejora? Mandas al cerebro la señal muscular que sueles mandar cuando todo va bien y estás agusto y feliz. Y nuestro pobre cerebro, tan tonto pero a la vez tan inteligente se deja engañar y eso crea un bucle de retroalimentación positiva en tu cabeza. Mas sonríes, mejor te sientes, mejor te sientes mas sonries. Y así.
Porque quizás las primeras sonrisas sean forzadas, quizás tengas que obligarte un poquito, pero después, todo lo demas viene solo. Los primeros pasos se inventaron para que los dieses por tu propia voluntad. So...smile.
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