domingo, 1 de marzo de 2015

Hoy hace dos meses que decidí saltar al vacío, tirarme por el precipicio sin saber lo alto que estaba y cuanto iba a doler, y aquí sigo, la nube me ha frenado amortiguando el porrazo y ahora me encuentro en un limbo que parece un sueño. Una situación que no quiero abandonar.

Aquel 1 de enero podía habérmela pegado muy fuerte, podía haberme echo un daño terrible, o peor aún, podía haber pensado en todas las veces que me las he pegado con anterioridad. Porque para diecisiete tortillas que he hecho he roto mas docenas de huevos que lunares tiene mi espalda.

Os animo hoy a que saltéis, a que no tengáis miedo, y si lo tenéis a que lo perdáis. Porque nunca sabéis lo que puede pasar, vivir es lo mas peligroso que tiene la vida pero... si tenemos miedo a eso, ¿Que nos queda?

Saltad, alto, coged impulso y comeros este 2015. Solo lleváis dos meses de retraso. Nada comparable con estar muerto en vida. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cuidarte también es proclamar que no puedes.

 No puedo sola.  Esto es demasiado complicado.  Necesito ayuda.  Qué buen día para estar orgullosa de todo el progreso que he hecho.  ¿Qué e...