Aquel 1 de enero podía habérmela pegado muy fuerte, podía haberme echo un daño terrible, o peor aún, podía haber pensado en todas las veces que me las he pegado con anterioridad. Porque para diecisiete tortillas que he hecho he roto mas docenas de huevos que lunares tiene mi espalda.
Os animo hoy a que saltéis, a que no tengáis miedo, y si lo tenéis a que lo perdáis. Porque nunca sabéis lo que puede pasar, vivir es lo mas peligroso que tiene la vida pero... si tenemos miedo a eso, ¿Que nos queda?
Saltad, alto, coged impulso y comeros este 2015. Solo lleváis dos meses de retraso. Nada comparable con estar muerto en vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario