Vivir abiertos hacia el prójimo. Pensar que es preferible que nos engañen cuatro o cinco veces en la vida que pasarnos la vida desconfiando de los demas. Tratar de comprenderles y aceptarles tal y como son, distintos, muy distintos (o quizás no tanto) a nosotros. Buscar tambien, en todos, lo que nos une antes de bucar lo que nos separa, mas aquello en lo que coincidimo que en lo que discrepamos. Ceder siempre que no se trate de valores esenciales. No confundir los valores esenciales con nuestro egoismo.
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