No, no, no.
Entendéis el estar, y el verbo parecer también lo domináis, pero se os olvida el ser. Se os olvida la esencia, la magia. Se os olvida lo cristalino.
Se os olvidan las sonrisas y las buenas palabras, los abrazos y los besos.
No como las caras largas y las bromas ácidas. Las lenguas afiladas como cuchillos para darle un corte a cualquiera que se os acerque... ¿Os compensa? ¿Ganáis algo? ¿Sois mas felices así?
Si lo sois no sigáis leyendo, quedaos en vuestra ignorancia, vuestra ropa de marca y vuestro dinero, ese que no compartís.
Y si no lo sois, ¿Por qué lo hacéis? ¿Os lo habéis planteado alguna vez? El abriros al mundo y dejar que entre en vosotros porque así es como de verdad conseguís conectar almas. Y amigo mío. Si en el mundo no hubiera almas con las que conectar yo ya no estaría aquí. Quiero aprender de la gente, abrir mis sentimientos a los demás, aunque les des el poder de hacerte daño, porque eso es amar.
Amar es darle a una persona el poder de arrancarte la piel a tiras y saber que no lo va a hacer.
A día de hoy puedo decir que hay personas a las que amo. PERSONAS. No son objetos, no las he comprado. Tampoco son premios, no me las he ganado. Las he querido. Y he tenido la suerte de que muchas de ellas hoy día me quieren a mi.
El amor es así. Y cuando digo amor no estoy hablando de la mierda comercial que venden los Estados Unidos en forma de película. Hablo de amor del de verdad. El amor que le tienes a una madre. A un hermano. El amor que le tienes a un amigo y a esa persona que acaba de bajarse del autobús y no conoces de nada. Hablo del amor a la vida. Un amor agradecido que muchas personas no tienen la suerte de tener.
No hay comentarios:
Publicar un comentario