¡Que te quiero imbécil!
No sé en que idioma gritártelo para que me escuches, si me tienes contigo siempre, incluso cuando no estoy físicamente. Me encanta verte reir, y saber que he sido yo la que lo he hecho. Me encanta mirarte. ¿Cómo no? No me gusta que me mires. ¿Cómo puedes turbarme de esta manera? Tu mano en mi boca, acariciándola. Déjame quererte
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