sábado, 2 de noviembre de 2013

Hola, si encontráis esta carta es porque habéis buscado bien entre los baúles de disfraces que os he ido dejando de generación en generación, espero.

No estoy viva actualmente. Provengo de otra época. Una época en la que las cosas era, extrañas y espero, que muy diferentes a como son ahora.

En mi época hicieses lo que hicieses estabas siendo criticado. Incluso cuando solo lo pensabas.
Era ésa época en la que nos hacían creer a las mujeres cosas totalmente diferente a los hombres.

Y me diréis, eso ha sido así siempre, o quizás no conozcáis esa faceta tan horrible del mundo.

Era una época en la que te obligaban a ser delgada para gustarle a la gente, bueno, ser delgada y tener por tetas algo así como dos sandias bien redondas y ¡ojo! que no actuara sobre ellas la fuerza de la gravedad porque sino tendrías problemas.

Un mundo en el que la ropa de marca va por encima de un buen libro o película.

Un horrible mundo en el que la gente hacía presión colectiva sobre los niños pequeños para que empezasen, cada vez antes, a fumar, beber o drogarse.

Donde la gente muere, por comer mucho o muy poco. Llegando a extremos insospechados. Un mundo donde la gente muere por que no tiene para comprarse el último par de zapatos sobrevalorados que han sacado al escaparate.

Un mundo en el que se dan en adopción niños para comprar iphones. O donde poner las noticias es sinónimo de querer matar. Donde meten a una madre medio año en una cárcel por comprar pañales con una tarjeta de crédito que no era suya y hay políticos que llevan años y años robando sin que nadie les diga nada.

Un mundo donde la policía saca a pasear a las personas y les hace creer que se están manifestando cuando lo único que hace es conducir el rebaño de ovejas de un sitio a otro.

Un triste mundo donde te hacen creer que si eres diferente eres especial pero ELLOS deciden que tipo de diferencia quieren. Un mundo en el que por decir que crees en algo te miran mal.

Yo vivo en este mundo, espero que vosotros no. Tampoco está tan mal pero soy una soñadora, quiero un mundo mejor. He dejado esta carta a quien la encuentre esperando que no permitáis una sociedad así otra vez, o que si la hay seáis lo suficiente valiente como para pasar de ella y ser felices. La verdad. La línea entre "el bien y el mal" la decidís vosotros con vuestro criterio. ¿Qué os hace sentir bien y no hiere a los demás o a ti mismo? Decidid en consecuencia porque en nosotros está el cambio.

1 comentario:

Cuidarte también es proclamar que no puedes.

 No puedo sola.  Esto es demasiado complicado.  Necesito ayuda.  Qué buen día para estar orgullosa de todo el progreso que he hecho.  ¿Qué e...