lunes, 30 de septiembre de 2013

Yo iba a bajar y él subia, nuestros ojos se encontraron y el mundo paró.
Habíamos podido decir tantísimo. Y sin embargo ahí estábamos. Callados, obstaculizando el paso sin hablar. Ese chico había sido "Mi primera vez" solo y exclusivamente mi primera vez. El deseo me recorrió la columna vertebral de arriba a abajo, noté como me quedaba sin respiración y me humedecía con todas esas imágenes.



Lo había tenido tan dentro y sentido tan profundo. Había devorado su cuerpo con mis ojos varias veces antes de atreverme a tocarlo no fuera a desvanecerse. El me había tocado partes del cuerpo que no sabía que podían estremecerse. Me había hecho suya. Y él, él ha sido mío.

¿Hay alguna forma de hacer a alguien tuyo si no es conectando de esa manera? 
No. 

Cerramos los ojos a la vez apartando la vista. Y cada uno siguió su camino. Los dos sabíamos que nada iba a volver a ser lo mismo desde aquella vez. 

domingo, 29 de septiembre de 2013

En algún lugar del mundo, mientras alguien dejaba entrar a un gato desconocido por el balcón para resguardarlo del aguacero había dos chicas debajo de la lluvia intentando meterse en una gota de agua. 
 
- ¿Qué tengo que hacer? 
- Tienes que querer meterte en la gota. 
-  Quiero. 
- Mira hacia arriba. 

Tenía razón, podían meterse en cualquier gota de agua que se les antojara. Caían mojandoles los párpados, la nariz. Se le colaban en el escote y no entraban debajo de la falda por casualidades de la gravedad. 


- Un gato mojado te está mirando. 


- ¿Está mojado? ¿Por qué no le abres la puerta de la terraza para que entre? 
- Porque estoy demasiado bien aquí contigo, abrazados, ¿no es esto lo que siempre has dicho soñar? 
- Sí, pero no a costa de la felicidad de otros. 
- Un gato no puede ser feliz. 
- ¿A no? ¿No puede? 
- No, vamos, al menos que yo sepa los gatos son animales sin sentimientos. 
- Me refería a mi propia felicidad al saber que hay alguien pasando frío ahí fuera, y está en nuestras manos hacer algo por ayudar. 
- Eres hipócrita, hay mucha gente ahí fuera pasando frío, calor, sed y hambre, simplemente porque no los ves no te acuerdas de ellos. 
- ¿Pero vas a dejar entrar a nim?
- ¿Qué? ¿Nim? 
- Sí, ya tiene nombre, cuando le pones nombre a algo te pertenece. Así que acepta que es tuyo al igual que has aceptado, al cabo de los meses, que yo soy tuya también, y sé que soy mucho más difícil de llevar que un gato.

martes, 24 de septiembre de 2013

Dear friend.

Me llena algo tonto. Algo tonto llena un tonto espacio que no sabía que tenía dentro y estaba vacío. Es algo que me hace sonreír contigo y preocuparme si estás mal. Algo que me hace querer gritarte que estoy aquí. Que me hace querer abrazarte y no soltarte más. No quiero que te vallas, no quiero irme.

Me atrevería a decir que quiero hacerte feliz, la pena es que no lo digo por ti, lo digo por mi. Por un absurdo motivo egoísta que me llena cuando eres feliz tu también.

Venga va, déjame llamarlo amor.

 "Por que tienes algo que necesito, con todas las personas que hay en este mundo... en este jodido mundo." 

 Estás tú. Y me haces sonreír en la oscuridad sabiendo que en una oscuridad cerca de la mía te hallas. Y todo está bien. Por que no hay canción que te haga más justicia que la que toca mi pulso tontamente acelerado cuando te veo. Estúpido. Estúpida yo por estar aquí escribiéndole a la luna... ¡Qué coño! No le escribo a la luna, ni a ti. Me escribo a mi misma a ver si así reacciono y me doy cuenta de lo que me pasa... vaaale, vuelvo a mentir. Lo que me pasa eres tú.



- ¿Puedes creerme si te digo que si solo morimos una vez, yo quiero morir contigo? 
- Créeme tu, cuando te aseguro que si solo vivimos una vida, la quiero vivir contigo. 


domingo, 22 de septiembre de 2013

Capitulo 9, página 362...

Leemos para salvarnos. Nos entregamos a un gesto meticuloso, a una estrategia defensiva obvia, pero genial. Un linimento perfecto. Porque quizá, leer sea como concentrarse en un punto para no tener que alzar la mirada y contemplar la confusión del mundo, como clavar los ojos en las líneas para escapar de todo, en las palabras que, una a una, can introduciendo el ruido en un embudo opaco y transformándolo en unas figuritas de cristal llamadas libros. La más refinada y cobarde de las retiradas. Dulcísima.


¿Cómo se puede entender algo sobre la dulzura cuando jamás se ha inclinado la propia vida, toda, en la primera línea de la primera página de un libro? 


Es la única protección, la más dulce, contra cualquier tipo de miedo. Un libro que comienza. 



Nosotros dos como en una novela. 
Paola Calvetti. 
Puse música en el youtube. No quería más que pararme a mirarme en un espejo y escribir, llevaba una terrible semana en la que no se había sentado ni un momento. "Hay tiempo para todo" rezaba su madre una y otra vez. No para todo no.

Abrí la libreta, no quedaba más. La cerré, últimamente prefería las teclas de un ordenador a describir el rasgar de una pluma sobre el papel. Burn.

"Y las luces nos iluminaban, y bailar se nos quedaba corto. Nosotras queríamos arder. Hacerlo arder. Lo queríamos todo, pero no nos importaba, no era la primera noche, tampoco la última, pero sí que era especial. Y nos reventaban los oídos por la música y nos pisaban los pies y nos daba igual. Sólo queríamos hacerlo explotar, queríamos explotar y que no quedara nadie. Desde el principio hasta el final. Teníamos el poder. Y lo hicimos arder."

Ahí me tenéis, desnuda, burda e inconcisa. Contradiciendome. Ahí me tenéis. Inculta. Ni si quiera he leído lo que he escrito. No me interesa por ahora. Solo quiero seguir haciéndolo.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Una vez.

Déjame contarte un comienzo.
Hay un niño pequeño, está de espaldas, no llega a medir 90 centímetros. Su pelo corto rubio resplandece como el sol. Lleva una mochila de bob esponja porque... él ya es mayor para tonterías como pocoyó.

Ese niño tiene mil sueños, solo tiene 5 años y su cabeza es un hervidero de planes, el quiere ser bombero, y policia, pero también va a "construir  una super casa" porque quiere volar, cuando sea mayor y si no puede conducirá aviones. Le queda tanto para ser mayor... pero el ya sabe qué es lo que va a hacer.

Me gustaría ser ese pequeñajo por una vez, empezar septiembre cargada de sueños y cargada con la certeza de que todo es posible. Por una vez me gustaría tener las agallas de soltarle al mundo lo que quiero y luchar por eso sabiendo que voy a conseguirlo.

martes, 10 de septiembre de 2013

Hay momentos y momentos, y este era uno de esos que sirven para volar.

Siempre llegan los momentos en el que las cosas entre dos personas se ponen tensas y en los que no te sientes bien, no estás bien.

Pero ademas de momentos me he parado para hablaros de otras cosas. No solo de esta. Y eso que no me salen más que versos de desamor. "Tendrás que controlarte" repite una y otra vez una voz en mi cabeza. Y es que me gustaría fumar, fumar para olvidar y sentirme nueva. Pero luego lo pienso y digo... no eres tú. Y no quiero que me hagan esa jodida pregunta de "¿El niño que fuiste se sentiría orgulloso de lo que eres hoy?" y mirar atrás y darme cuenta de que he hecho todo lo que una pequeña yo dijo años atrás que nunca haría...

No queda nada. Ahora mismo estoy algo así como muerta, ahora mismo no hay nada y estoy vacía. Pero... ¿sabéis lo que significa? Que no me queda nada por perder. Que ahora lo que tengo que hacer es el típico "Suma y sigue", que la vida, según la adolescente que solía ser: Está hecha para vivir, y la vida no son solo versos tristes.

domingo, 8 de septiembre de 2013

sábado, 7 de septiembre de 2013

Sublime.

Lo que siempre me ha fascinado, más que los cuadros y esculturas, es la condición no-material de la palabra, que no nace de un tubito de témpera o de la arcilla manipulada ni de los dibujos que después se transformaran en puentes. Espero no ofender tu sensibilidad en esta revelación. 


La palabra es inmaterial y, sin embargo, la considero más poderosa que cualquier gesto físico. Brota de una idea, de un pensamiento, de cualquier observación de la naturaleza o de una calle, de un edificio, de una cara, emerge de una bofetada o de un coito y... paf, puede cambiarte el mundo.O, al menos, la perspectiva.

Paola Calvetti. 
Nosotros dos como en una novela.

jueves, 5 de septiembre de 2013

domingo, 1 de septiembre de 2013

Lo que había dentro y fuera de mi cabeza.

Abro el grifo y dejo el agua correr hasta que me cubre el tobillo. El agua está fría, pero pienso que es un buen remedio para la resaca que supuestamente debo tener. 

Si me duele la cabeza no es por eso. Es por pensar. Duele. Sobre todo cuando sabes que no lo has hecho bien.

Saco los pies y cierro el pestillo mojándolo todo. Me da igual. Cierro la ventana. Me paro a escuchar la música del salón y cojo el paquete de tabaco. Me vuelvo a meter en la bañera sentándome solo con la parte de abajo del bikini. Me gusta estar morena.

Pienso. Y me duele porque me acuerdo de otra piel, más suave que la mía, si cabe y de unos labios carnosos que sabían tan bien... 

Enciendo el primer cigarrillo y empiezo a fumar, me gusta esa sensación. Saco un pie del agua y me estiro. 

La bañera es pequeña, no como aquella eslovaca... hermosa espuma. 

Miro el humo y la rapidez con la que se consume el cigarro y entonces me doy cuenta. la cabeza deja de darme vueltas y todo encaja bien. La vida es como un cigarrillo encendido se va consumiendo, fumes o no. Y en ese instante me doy cuenta de que si yo no vivo mi vida nadie va a vivirla. Salgo de la bañera y me dispongo a vivir. 

Cuidarte también es proclamar que no puedes.

 No puedo sola.  Esto es demasiado complicado.  Necesito ayuda.  Qué buen día para estar orgullosa de todo el progreso que he hecho.  ¿Qué e...