Te das cuenta de que no estas compitiendo por nada, que no tienes nada que demostrar.
No es necesario aparentar mas edad, no tiene sentido intentar convertirte en alguien que no eres.
No has de cuestionarte todo lo que eres y por lo que has pasado.
Ni preguntarte si serás lo suficientemente buen@ para tu pareja.
Y mucho menos, que te de la pájara de compararte con su ex. Como si las cosas pasaran por casualidad. Como si todo lo vivido fuera tan frágil, mujer de poca fe... ¿Qué es lo que tanto te espanta? Es guapísima, sí, preciosa. Y no es tu enemiga. No estáis compitiendo, no tienes que demostrar nada. Solo quererte, quererlo, disfrutar de los dos.
Pequeña fierecilla con garras, a la que le han enseñado a pelear contra las de su misma especie. Eres una victima mas de todo contra lo que peleas.
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