Hoy volvíamos Ana y yo a casa arreglando el mundo, bueno, tampoco tanto.
Veníamos hablando de todas aquellas personas que teóricamente quieren cambiar el mundo porque no les gusta la sociedad, no les gusta las personas, nuestro país o simplemente la raza humana.
Normalmente el comportamiento que esperas de alguien así es que esté haciendo algo, que esté poniendo medios para evitar que el mundo siga siendo lo que es.
Pues no. La persona de la que íbamos hablando no estaba haciendo nada. Se replegaba conformándose con evadirse y filosofar sobre sentimientos que no era capaz de vivir porque no los creía.
Nuestra conversación ha sido acalorada, sí, pero no creáis que no ha sido constructiva. Y la conclusión... la conclusión ha sido como un orgasmo que tarda en llegar.
No sirve. No nos sirve. No nos convence que una persona ande quejandose del mundo, de cuanto la oprime la sociedad pero no haga nada para cambiarlo. No nos sirve que te escondas en ti misma a escribir en un cuaderno en sucio porque eso te hace mejor.
La mejor manera de cambiar el mundo es implicándote. Es sirviendo de algo útil a los demás.
La mejor manera de cambiar el mundo es mantenerte lúcida, no creer que vuelas mientras te hundes en la mierda. Somos seres sociales... ¿Donde carajo está tu compromiso social?
Podreis preguntarme que qué hago yo para cambiar el mundo, os lo diré, yo trabajo con niños, trabajo con futuros jóvenes. Me trabajo yo, intento hacer a otros felices. La juventud es el futuro de nuestro país, el futuro de nuestro mundo.
Los niños pequeños NO nacen asesinos, los niños pequeños NO nacen políticos corruptos, los niños pequeños NO nacen religiosos incoherentes. Somos nosotros, como padres y familiares los que educamos en el machismo, en la corrupción, la mentira y la incoherencia.
Y luego atacan a los grupos jóvenes, a los scouts, a las asociaciones juveniles. Los tachan de sectas y de "cometarros"
Y SON ELLOS LOS QUE ESTÁN INTENTANDO CAMBIAR EL MUNDO, JODER.
Y es que hace mas un panadero feliz que cuatro políticos amargados.
y a los que os dedicáis a juzgar, a los que habláis, a los que os conformáis en la miseria pesimista de vuestras vidas fáciles y vacías, os compadezco. Porque me siento mas feliz cuantas mas cosas tengo por hacer y cuantas mas hago para los demás, porque me hace plena el darme a los demás, me hace plena el AMAR. Porque el sentimiento que mueve montañas es la fe, sí, la fe en el amor, la fe y la esperanza de que todo va a mejorar. Yo lo abandero como si de una certeza se tratara, ¿Y tu?
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