A las que no han sucumbido a la moda del todo por la perfección.
Estoy orgullosa de las mujeres que no consienten en ponerse unas uñas postizas pese a tener las manos cada vez con menos uñas. Estoy feliz por aquellas que conservan su pelo pese a todas las canas que puedan llegar a tener. Feliz tambien por las que saben que su belleza no se mide en lo depilada que esté o en lo liso que tenga el pelo. La que no necesita extensiones con las que limpiarse el culo. La que piensa que mas valen 70 euros gastados en irse a la playa que en unos zapatos.
Porque al final, se caeran las uñas postizas, y las pestañas, las extensiones, caerá el botox y volverá a salir pelo, al final nos sentiremos extrañas en nuestros propios cuerpos. Al final no nos reconoceremos frente al espejo.
Hoy brindo por todas aquellas mujeres que no se han dejado llevar por el machismo que hoy día nos persigue dictándonos incluso, nuestra forma de mostrarnos al mundo.
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