Por si aún no las habéis criado. Que según mi madre las ganas se crían. Y según yo misma las ganas aparecen. O te las prestan... o incluso te las regalan.
Yo tengo muchísimas ganas de disfrutar de lo que nos queda de verano, de tomar el sol, de bailar, cantar, de no dormir, esas ganas de pegarle una patada en el trasero al invierno y de reir más alto que los problemas.
Mis ganas de brindar por una tontería. Y de apoyar y recorrer.
Mis ganas de volar.
Mis ganas de besarlo abrazarlo y comérmelo entero, a besos por supuesto. Mis ganas de decirle que no a cualquier otro que no sea él. Mis ganas de ver a mis jarce. Mis ganas de ver a mis ojitos azules.
Os dejo mis ganas de vivir. Aprovechadlas.
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