- ¿Por qué te gusta tanto tenerlo todo bajo control?
+ Eso lo has sacado de alguna película.
- No, eso es verdad, te encanta mandar.
+ A ti si que te tengo bajo control.
- Y no sé porque te gusta tanto ponerme ahí.
+ Te pones tú sola.
Esa conversación me hizo pensar. Aquí había algo que fallaba y tenía que dar dos pasos atrás, rodear toda mi vida y después, solo después, atacar el problema.
Creo que con una semana en el campo, rodeada de mil cosas que hacer, despejada y disfrutando se pasará, y luego ya empezaré a pensar otra vez, decidido. Me voy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario