Este septiembre ha llegado arrasando con todo.
Y me he dado cuenta de que ante mi se abre un sinfín de posibilidades. Que todo está al alcance de mi mano, o casi todo.
Y entre ese casi no quería que se quedara esto.
Volver a poner negro sobre blanco. Sin mas necesidad que la de contar todo lo que está pasando por mi cabeza... Virginia Wolf podría resumir su libro a día de hoy a la siguiente premisa: toda mujer debería tener una habitación propia, y un teclado.
Me leo a mi misma confinada, sin poder salir de casa, y recuerdo lo que la mujer de ese momento sentía. Espera... ¿mujer? Quizá en ese momento era mas niña de lo que he podido ser en toda mi vida.
Cuando me he descubierto, volviendo a empezar... he sentido mariposas.
Gracias, de mi para mí.
Por aguantar la pelea. Por soportar la batalla. Por surfear las olas. Por dejarte llevar incluso con miedo. Por ser honesta. Por darte cuenta de que la mejor persona que puedes ser, eres tú misma. Gracias de mi para mi. Por todo.
Lo mejor está por llegar. Siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario