Te creo porque los he visto y escuchado:
la broma con el formol,
la palmadita en el culo
y el corrillo pa que bailes.
Te creo porque los he visto a las tres de la mañana
desesperados por querer meterla.
Te creo porque he visto cómo presumían
después de follarte,
los oí llamarte puta,
los oí contar que eras una guarra.
Te creo,
te creo porque te matan.
Cada día violan a una de las tuyas,
las destrozan para siempre
y les importa una mierda.
Te creo, pequeñita, te creo,
porque denuncias
y ellos echan la culpa
a tu falda corta, a tu escote,
a que ibas provocando,
a que habías bebido,
a que no puedes ir sola por la calle.
Cómo no voy a creerte,
cómo,
is he visto las marcas en tu cara,
si te he visto llorar
por creer que el problema eras tú.
Te creo
porque yo sentí el privilegio de ser hombre.
Llenaron mis manos d epoder
y me pusieron una meta:
<Tienes que ser alguien en la vida,
casarte con una mujer que tenga hijos,
ser capaz de mantenerla>.
Creo cada palabra que sale de tu boca
porque tu silencio
ha sido la peor mentira
que te han impuesto.
Te creo,
claro que entiendo tu miedo,
comparto tu grito
te sigo en tu lucha.
Tienes una razón
y millones de corazones
que bailan al son de la libertad.
No estás sola, no,
y si no me crees
mira las calles:
lo que empezó siendo utopía
ahora
se ha convertido
en una revolución
llena de mujeres valientes.
Ahora que ya bailas.
Miguel Gane.
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