Todos (en una generalidad que quizá no represente tu caso) crecimos con el cuento aprendido. Tus padres cuando no querían hablar mas, o se negaban a seguir una discusión ponían esos puntos y finales. Mano dura, tajante.
- He dicho que no.
+ ¿Por qué no?
Y tanto tú como yo sabíamos perfectamente que todo lo que dijéramos a continuación podía ser utilizado en nuestra contra. Sin embargo, a nosotros no nos enseñaron a hacer eso. Llegamos a la etapa de mayor descontrol hormonal sin saber dar por zanjado temas. Sin saber si somos mas de blanco o de negro. Pero en ese momento descubrimos los grises, y ahí pasamos la mayor parte de nuestra vida. Tambaleándonos en escalas que se diferencian en matices.
"Es un 4,9, seguro que me pasa la mano" (y al final no te la pasó porque no llegabas al cinco), "no me ha contestado, será que está ocupado o se está haciendo el interesante" cuando realmente a ese chico/a no le gustabas. "A ver, dame una calada, solo para probar" Y al final acabas encontrando boquillas del tabaco de liar hasta dentro de tus zapatos, lo cual es tan real que me hace replantearme porqué nunca fuimos mas cuidadosos con las boquillas de tabaco.
Dejando de lado los vicios varios. Llegamos a los 13 años con la idea de que tenemos que decir que sí a unas cosas y no a otras. Pero son cosas impuestas por otras personas: no fumas, no bebas, no te acuestes con todos, no dejes de acostarte con todas, estudia, no trabajes aún...
Como consecuencia ¿Qué hace todo puberto (palabra inventada que engloba a los chavalines de 12 a 20 años)? rebelarse coño, rebelarse. Como es normal
Y mientras sí y mientras no, si tienes algo de conciencia te volverás loco intentando entender porque es tan malo algo que no sabes si te gusta o no.
No digo que a raíz de esto debamos darle droga a los niños, ni alcohol a todos los adolescentes que pasen cerca nuestra o llevar a nuestros hijos al casino a engancharse a la ruleta. Pero es cierto, que si de pequeños le enseñáramos a poner puntos finales; todo sería mas fácil.
Te fumas un cigarro para probarlo. ¿te gusta? si - bienvenido a tu ruina. ¿No te gusta? pues no lo hagas mas. No es necesario acostumbrarse a algo ni ceder porque otros lo hayan hecho.
Nunca te gusta la cerveza al primer buche (si es tu caso, eres un extraño espécimen en peligro de extinción). ¿Por qué entonces miras con cara rara a la gente que no la bebe? Todo son y está basado en opciones personales.
Y ya no hablo de decisiones que nos incumben/afectan "solo" a nosotros. Voy a un terreno mas pantanoso. Las relaciones con los demás.
No es tan difícil poner un punto final a una relación que no nos hace bien. Es cierto, no es algo fácil, pero quizá porque cuando pequeño no se nos entrenó para mantenernos firmes en algo. No se nos entrenó para tener la confianza en nosotros mismos en este ámbito.
Si tu amigo X solo te llama cuando tiene un problema, en los periodos de su vida en los que se encuentra bien no cuenta contigo, si nunca hace planes que a ti te apetecen siendo tú el que cede siempre. Si pasa largas temporadas sin acordarse de ti lo mas mínimo. Si depende de con quien esté te habla de una forma o de otra, o te avisa para salir o no. Mándalo al carajo.
De verdad, esa persona no te merece. Ni va a corresponderte nunca.
No crees relaciones de necesidad/dependencia hacia esa persona. Es cierto que cultivar una amistad requiere de esfuerzo, compresión, concesiones. Es cierto que no podemos ponernos en el extremo opuesto y ser nosotros ese amigo X. Pero ¿Qué es lo que nos hace dar una oportunidad 1001 a esa persona de cambiar si sabemos que ha tenido 1000 y no ha cambiado?No va a cambiar, por ti desde luego que no, y quizá el día que cambie siga tratándote como siempre porque tú no has cambiado y sigue considerándote su lugar seguro. Su parcela donde "con dinero y sin dinero hago siempre lo que quiero y mi palabra es la ley", como diría mi abuela.
Hay que ser firmes con estas personas. Pasar dos años sin verlo no demuestra nada. Es cierto que son las circunstancias de la vida las que dan oportunidades a las personas para cambiar, una ruptura, un muerte, una despedida, una enfermedad; pero si ves que después de esas circunstancias fuertes no ha cambiado ni un ápice. No te quedes esperando. Huye.
Si es por una escalera así de bonita; mejor:
Los puntos finales son los que nos permiten ir avanzando sin grandes lastres. Porque no cortas nada, simplemente lo desatas. Una persona que me hizo mucho bien en un periodo de tiempo muy pequeño me dijo una vez que la vida es muy larga como para seguir tendiéndonos todo en cuenta. Apunté la frase y volví a leerla el otro día.
Es cierto que debemos aprender de los errores, y tenerlos en consideración, pero en algún momento tenemos que dejarlos marchar.
Al principio es complicado, ese pensamiento volverá acompañado de un sentimiento de culpa, por haberlo olvidado, por no pensar en ello, porque lo hemos "enterrado" en nuestro trastero...pero es necesario dejar marchar lo que nos duele. Y a partir de ahí, dejar de buscarlo, tanto en la vida real como dentro de nuestra cabeza. No es necesario. No te machaques mas. Será como un cliente molesto cuyas bromas ignoramos y nos limitamos a servirle un café y a cobrárselo. Cada vez volverá con menos frecuencia porque verá que no nos agota, que no nos desquicia, que no nos altera. Y se aburrirá porque no conseguirá de nosotros lo que quiere. Pero es lo que hay.
Porque aquí llevas tu punto final.
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