Y no se cayó, porque estaba construida en roca.
Porque ya no dependía de nadie mas que de ella misma. Porque estaba dispuesta a superarse, a ella, su mayor obstáculo. Porque había comenzado a romper barreras y a tirar muros para construir ventanales sin cristal, abiertos. Porque estaba pasando por su mayor etapa de reafirmación humana y era feliz.
No se cayó porque ya no la sostenía nadie mas que ella. Porque se sentía feliz, independientemente de su cara, de cómo hubiera sido el día, ella era feliz.
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