¿Quieres que tus brazos sean alas o ramas?
Aquel día Elena andaba por el bosque abandonándose a sus piernas. Las hojas le hacían cosquillas en los pies, y los insectos la miraban a los ojos alejados de su pelo.
Si alguien hubiese visto a Elena desde fuera podrían haber pensado que estaba perdida, que no sabía donde se dirigía, pero la realidad es que esta chica distraída sabe perfectamente lo que está haciendo.
Vivir es contradicción. Y como tal, la mejor manera de encontrarse, era perderse.
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