El primario se encarga del crecimiento en longitud de la planta. A lo largo. Las células que lo forman están sin diferenciar, es decir, que vienen del embrión de la planta. De la planta bebé podríamos decir...
El tejido secundario es otra historia, hace crecer a la planta en grosor. No está en plantas con menos de un año de vida.
¿Que por qué os estoy soltando esto? Me ha hecho pensar en un relación de dos.
Durante el primer año solo pasan días. Uno tras otro, a lo largo de tu vida. En esa relación, el amor, la amistad o el cariño nacen desde dentro, desde las células esas indiferenciadas a la hora de sentir que probablemente tenga nuestro corazón, o nuestro cerebro. Quien sabe. Entended la metáfora.
Mas tarde, eso no basta, esa relación tiene que profundizar. Tiene que calar hondo.
Ahí es donde entra en acción el tejido secundario. Con su presencia. ¿Necesitas un año para eso? No tiene por qué, hay amistades duraderas que se consolidaron a los tres días de nacer. Hay relaciones que se estropearon al año y un día.
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