En ocasiones me apetece renacer.
Volver a la vida de una forma pura, ingenua y cálida.
De una manera mas humana, menos material. Mas animal y menos humana.
Venir al mundo en la sencillez y la tranquilidad de espíritu
que tienen las personas con una conciencia tranquila. Porque nunca la vida ha dado tanto de sí que en el momento de un nacimiento.
Celebrar la vida, el amor, la bondad. Dar pie a la humildad de saber que hay que agradecer cuando las cosas mejoran, al igual que pedir ayuda si nos va mal.
Que hay que tejer entre personas sin perdernos a uno mismo. La simplicidad del ser, por encima del estar o hacer.
Feliz Navidad.
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