Pero hoy te toca a ti. De nuevo. Como todo año por estas fechas. Y qué mejor que desear una larga y hermosa vida a los que tanto aportaron a las nuestras. Gracias por todo el torbellino que supuso tu existencia en mi caminar. Gracias, porque supiste afrontar lo desconocido como si fuera un regalo mas. Como si estuviera hecho para ti. Gracias por enseñarme tanto y por aprender conmigo.
Felicidades.
Que todo lo bueno te encuentre, te persiga y se quede contigo. Que tus sueños siempre sean mas grandes que tus miedos y que nunca tengas miedo de volver a Amar. Con Mayúsculas y a bocajarro. Que seas capaz de vivir todo como vives el deporte, con ilusión, alegría y desafiándote a ser un poco mejor cada vez. Sabiendo que tu vas primero y creyéndolo de verdad. Que aprendas a transformar tus planes en acciones. Y que comprendas que los te quiero no se racionan. Ni el sexo. Ni la vida. Ni las ganas.
Sé tan feliz que no sepas distinguir entre tu día a día y la felicidad que sientes al sumergirte en el mar. Que esa sensación te acompañe siempre. Y en los días malos, se consciente de que hay una mano amiga, al final de tu brazo, que abre puertas y te lleva a sitios hermosos donde encontrarte con él. Y ser dos que laten a la par.
Que las letras llenen tus febreros, y la nostalgia por escuchar nuevas letras de Juan Carlos Aragón no te impidan recordar con cariño lo que escribió. Que no te impida recordar con cariño lo que compartimos.
Bienvenido a tu nueva edad. A tu nueva vida. Otro comienzo. Siempre mas feliz, siempre mas cerca de la autenticidad que caracteriza al hombre que te imaginas para contigo.