sábado, 5 de julio de 2014

Que maravilla cuando todo fluye.

La noche que lo bese, no se me ocurrió pensar que tenía que seguir viviendo al día siguiente.

Nos mirábamos, estaba lleno de dolor, nos perseguían el piano y shotta. Todos tenemos nuestros demonios, los suyos le persiguen en forma de canción. Nos dimos un beso sin pensar pero... ¿Pero pensamos realmente durante esas horas en otra cosa que no fuésemos nosotros mismos?

"La música, gracias al cielo, sigue sonando, y eso me hace daño porque le hace daño a el. Nos miramos a los ojos tantas veces. Queremos decirnos tanto que nos ahogamos. Nos reímos, me gusta su olor, el contacto de sus manos sobre las mías, me encanta el refugio que me ofrece su pecho. De esas veces en las que le dices te quiero a un desconocido y caes en que no es un desconocido, que es familia, que es tuyo, que siempre lo ha sido y que te lo pusieron en la vida porque era realmente necesario. "

Al día siguiente llegue tarde, pero es que, esa noche, después de besarle, no se me ocurrió pensar en que tenía que seguir viviendo al día siguiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cuidarte también es proclamar que no puedes.

 No puedo sola.  Esto es demasiado complicado.  Necesito ayuda.  Qué buen día para estar orgullosa de todo el progreso que he hecho.  ¿Qué e...