Paré en el semáforo y los vi llegar.
No bailaban, pero se balanceaban el uno junto a el otro como si hubiera una música únicamente diseñada para ellos. Pensada para su tarde. La banda sonora de su primavera.
Jóvenes. Guapos. Diferentes entre sí. Pero los dos con un brillo especial. ¿Vendrían de estar apretujados en un sofá de un café? ¿En el banco del parque? ¿En algún colchón de un hostal barato?
Había mucha gente en el semáforo esperando a que el color cambiara para cruzar.Y ellos se pararon cerca. Se tenían cogidos el uno al otro de la mano. Ella se soltó para recogerse el pelo largo y rubio. Y luego lo miró.
Desde mi escondite de voyeur pude verle solamente la cara a él. Y luego leerle los labios. "Como me sigas mirando así..." sonrió la amenaza tranquilo mientras la miraba intensamente. Ella, sin amedrentarse se irguió y notó el desafío en la voz. "¿Qué?" imagino que le diría. Y la siguiente frase. Ya intrigada y con la ventaja que supuso que el semáforo cambiara y me permitiera acercarme a ellos la escuché claramente.
"Voy a terminar enamorado de ti"
Y solo le hubiera faltado darle una vuelta de esta forma:
Y en ese instante creo que la reacción de las dos, la mía y la de la desconocida, se pareció mucho. La chica abrió los ojos y la boca para decir algo, e inmediatamente siguió andando. El sonrió y fue detrás. Cruzamos todos, ella, unos pasos por delante, se volvía a mirarlo.
No vio, absorta como estaba en la sensación que estaba experimentando, que me había emocionado y lloraba. Y aunque lo hubiera visto, no creo que se hubiera preocupado mucho. Para ellos, el mundo giraba.