miércoles, 26 de febrero de 2020


Paré en el semáforo y los vi llegar.
No bailaban, pero se balanceaban el uno junto a el otro como si hubiera una música únicamente diseñada para ellos. Pensada para su tarde. La banda sonora de su primavera.

Jóvenes. Guapos. Diferentes entre sí. Pero los dos con un brillo especial. ¿Vendrían de estar apretujados en un sofá de un café? ¿En el banco del parque? ¿En algún colchón de un hostal barato?

Había mucha gente en el semáforo esperando a que el color cambiara para cruzar.Y ellos se pararon cerca. Se tenían cogidos el uno al otro de la mano. Ella se soltó para recogerse el pelo largo y rubio. Y luego lo miró.

Desde mi escondite de voyeur pude verle solamente la cara a él. Y luego leerle los labios. "Como me sigas mirando así..." sonrió la amenaza tranquilo mientras la miraba intensamente. Ella, sin amedrentarse se irguió y notó el desafío en la voz. "¿Qué?" imagino que le diría.  Y la siguiente frase. Ya intrigada y con la ventaja que supuso que el semáforo cambiara y me permitiera acercarme a ellos la escuché claramente.

"Voy a terminar enamorado de ti"

Y solo le hubiera faltado darle una vuelta de esta forma: 


Y en ese instante creo que la reacción de las dos, la mía y la de la desconocida, se pareció mucho. La chica abrió los ojos y la boca para decir algo, e inmediatamente siguió andando. El sonrió y fue detrás. Cruzamos todos, ella, unos pasos por delante, se volvía a mirarlo. 

No vio, absorta como estaba en la sensación que estaba experimentando, que me había emocionado y lloraba. Y aunque lo hubiera visto, no creo que se hubiera preocupado mucho. Para ellos, el mundo giraba. 







domingo, 16 de febrero de 2020

Ensayo sobre la ceguera.



Los buenos  y los malos resultados de nuestros dichos y obras se van distribuyendo, se supone que de forma bastante equilibrada y uniforme, por todos los días del futuro incluyendo aquellos, infinitos, en los que ya no estaremos aquí para poder comprobarlo, para congratularnos o para pedir perdón.

Hay quien dice que eso es la inmortalidad de la que tanto se habla.

José Saramago. 

miércoles, 12 de febrero de 2020

Una habitación propia.

"Lo que importa es que escribáis lo que deseáis escribir; y nadie puede decir si importará muco tiempo o unas horas. Pero sacrificar un solo pelo de la cabeza de vuestra visión, un solo matiz de su color en deferencia a un director de escuela con una copa de plata en la mano o algún profesor que esconden la manga una cinta de medir, es la mas baja de las traiciones; en comparación, el sacrificio de la riqueza y de la castidad, que solía considerarse el peor desastre humano, es una mera fruslería."




"La poesía depende de la libertad intelectual. Y las mujeres siempre han sido pobres, no solo durante doscientos años, sino desde el principio de los tiempos. Las mujeres han gozado de menos libertad intelectual que los hijos de los esclavos atenienses. Las mujeres no han tenido, pues, la menor oportunidad de escribir poesía.
Por eso he insisto tanto sobre el dinero y sobre el tener una habitación propia."
Virginia Woolf.


sábado, 8 de febrero de 2020



Hay sitios a los que vuelves para terminar comprendiendo que nunca podrás volver. Que debajo de la alegría fingida hay heridas mas grandes que lo que eres capaz de ver desde tu trinchera. Recordar una imagen, tenerla grabada en la cabeza. Y saber que no vas a ser capaz de regresar a dónde fuiste tan feliz. Que las paredes permanecen pero los fantasmas también han quedado impregnados en la pintura o en la moqueta.

Busca otros horizontes y no pierdas tu tiempo en intentar comprender qué sucedió ni que te falta. Porque todo lo que vas a obtener a cambio es miedo.
Miedo de volver a comenzar por si pasa.
Miedo de que duela tanto que no te permita respirar.


Cuidarte también es proclamar que no puedes.

 No puedo sola.  Esto es demasiado complicado.  Necesito ayuda.  Qué buen día para estar orgullosa de todo el progreso que he hecho.  ¿Qué e...