domingo, 31 de diciembre de 2017

2018

Se acaba el año y me apetece de nuevo escribir. 
Sin mas razón que la de porque sí. 
La de hacer las paces conmigo. 

De repente me encontré un día deseando escribir de nuevo, escribir, sobre la alegría ingente que provoca en un cuerpo joven la emoción de lo desconocido. Escribir sobre la adrenalina segregada por lo imprevisto, por lo no planificado. 

Y no se si es la manera. Pero no quiero dejar de intentarlo. No quiero dejar de volver a mi, retornar al origen. F e l i c i d a d. Qué bonito nombre tienes, como decía la canción. Y es que quizás esto sea solo eso. Una tarde de diciembre en familia, una caja de bombones que se dicen belgas, una mujer de 93 años sentada en el sofá diciendo palabrotas... todas las ganas de ti que tengo de nuevo, que no se van nunca. 

Y aun mas grandes, las ganas de mi, de reencontrarme de nuevo, las ganas de volver a comprometerme con todos los pronombres olvidados: "yo, mi, me, conmigo"... y... ¿Por qué no? Para mí. 

Aquí comienza la aventura amigos míos. De reinventarME. De volver a amarME. De cuidarME. 
Estáis invitados a este nuevo viaje que emprendo hoy. 
Miles de vidas mas tarde. 
Estáis
invitados a abandonar. A dejar de leer. A soñar otros sueños. Y a vivir vuestra vida fuera de una pantalla, hacedme caso, quizás sea eso lo mejor. 
Pero yo lo necesito. 
Y estoy deseando comenzar MI aventura. 


Y es que esta noche, comienza la (R)evolución. 

Cuidarte también es proclamar que no puedes.

 No puedo sola.  Esto es demasiado complicado.  Necesito ayuda.  Qué buen día para estar orgullosa de todo el progreso que he hecho.  ¿Qué e...